dissabte, 16 d’agost del 2014

Cap. 312: Algunas anecdotas del Barça (cap. IX)

Una velada viendo boxeo

En la temporada 1952/53, el FC Barcelona hizo una gira internacional por Venezuela y en su capital Caracas. El equipo levantaba expectación por donde iba y todos los jugadores eran tratádso fenomenalmente. Una noche, los miembros de la plantilla fueron invitados a una velada de boxeo, deporte muy
popular en Venezuela por aquel entonces. Entre combate y combate el "speakear" provechaba la presencia de los jugadores para presentarlos al público y conversar con ellos, todo con el inconfundible y espectacular acento sudamericano
En esto que le toca el turno a Sigfrid Gracia, que apenas llevaba medio año en el equipo y al que sus compañeros animaron, le animaron a participar en ese "espectaculo"
Gracia se presta a conversar con el locutor... Y esta fue la conversación:

- "¿Cual es su nombre?"
- "Me llamo Gracia"
El "Speaker", un poco confundido se lo tomó a broma
- "Aqui tenemos a este simpático jugador. Y cual es su "gracia", me la podría decir?
- ¿Mi gracia...? Ninguna, me llamo Gracia
La conversación siguió con este malentendido y no pasó de ahí. El "speaker" un poco confundido por la tomadura de pelo que creía que le estaban ofreciendo. Gracia sin entender nada y los compañeros partiendose de risa. Eso si la velada continuo sin problemas

En el confesionario...

También ocurrió en Carácas... en otra de las giras del FC Barcelona, eso si parece que las giras son un invento de ahora y como veis el Barça hizo bastantes. Pues como siempre al equipo se le recibió en loor de multitudes. La censuar franquista no permitía hacer según que cosas en España y la joven plantilla de aquellos tiempos solían aprovechar los viajes al extranjero para vivir nueva sexperiencias. En éstas, la mayoría de los jugadores fueron a ver una película de las prohibidas en la España Franquista, de aquellas que hacían ruborizar a los más recatados.
Los del Barça se lo pasaron bien, pero como todos eran creyentes y muy religiosos y a los pocos días tocaba ir a misa. El domingo Gracia pasó por el confesionario en el mismo Caracas y cuando empezó a contarle al párroco
lo de las películas, el cura lo interrumpió:
- "No siga ,ya me sé toda la historia de memoria" .
La mayoría del equipo ya se había adelantado. A los jugadores les tocó aquel día rezar todos los mismos padrenuestros

Problemas de idioma

Corría la mitad de los cuarenta y Biosca era un chaval de 16 años y jugaba por aquel entonces en el Barcelona "amateur". El primer torneo internacional en el que participó fue en la localidad francesa de Marsella. Durante el tiem po libre decidió visitar la ciudad y comprar algún regalo para su familia
Entró en una perfumería y pidió un Channel N° 5. Su conocimiento del francés era muy limitado y empezó a hablar con la dependienta. El central
se lo pedía con gestos y chapurreando y al más propio estilo indio...
La vendedora no paraba de reirse por aquellos gesrtos que hacia el joven jugador. Finalmente la dependienta le sirvió su Chanel nº5. Cuando pago e iba salir, la dependienta amablemente le dijo:
- "Adios y buenas tardes"
Biosca se giró y le correspondió con el saludo. Acto seguido miro el cristal de la puerta donde había un enorme letrero que decía:
"Se habla español"... Fue un pequeño problema con el idioma.

Un oido muy fino

Olivella siempre ha tenido buen oído para los motores de cualquier tipo de vehículo. Un día tenían que coger un avión de Bogotá a Cali. Era uno de esos aviones de hélices, de los que había antes. Uno de los motores hacia un ruido extraño y el central lo avisó:
- "Venga Ferran, cállate y no digas tonterías, siempre estás igual", dijeron todos sus compañeros
Cuando iban a despegar elmotor se quemó. A partir de entonces todo el mundo le exigía a Olivella que afinase el oido, sobre todo antes desubir a un avión.

Los carros venezolanos

El Barcelona participaba en su primer "Mundialito" de dubs y volaba hasta
Venezuela. En aquellos días un viaje que duraba 24 horas en avión y al que Gensana sentía verdadero pánico. A su llegada había un montón de emigrantes catalanes esperandolos y el defensas salió algo atolondrado del avión. Pregunto a uno de los aficionados si había muchos kilómetros hasta su lugar de concentración. El aficionado le respondió que unos 40 o 50 km, aproximadamente, pero que tenían buenos carro para llevarlos, Gensana se echó las manos a la cabeza y dijo:
- "¿Ahora tenemos que hacer todo este camino encima de un carro tirado con caballos?"
El hombr ese echó a reír...
- "Aquí los carros tienen motor, no son como los de España"
Fuera les estaba ensperando unos flamantes e interminables coches americanos al estilo "limoussine". Gensana se ruborizó, pero aquella respuesta alivió sus preocupaciones después de un viaje tan largo.

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