Paulino Alcantara, después de tres años siendo jugador del FC Barcelona, volvía a Filipinas para acabar su carrera de medicina. El 16 de mayo se embarcaba en el "Fernando Poo" con rumbo a Manila. Lo que no podía esperar la familia Alcántara era la despedida que la ciudad iba a hacerles. Multitudes se acercaron al puerto a despedirle y a pedirle que volviera pronto. Incluso unos amigos suyos de Sant Feliu de Guixols se acercaron al barco en canoa y ya lejos de tierra llamaron a Paulino por su nombre. Todos los tripulantes del barco ovacionaron la ocurrencia de los jóvenes. Tras muchas vicisitudes en un viaje que duraba tres meses, el barco chocó cerca de las costas Singapur, en un lugar peligroso. Paulino cuenta que esa noche durmió sobre la tumba de un filipino muerto en España. El crucero norteamericano "Pathfinder" fue el que les rescató y en el que los asustados tripulantes y viajeros consiguieron llegar a Manila.