
Romario y el Barcelona tenian un transcendental partido ante el Real Madrid en el Bernabeu, que podía decidir la liga a favor del Barça o del Deportivo. Romario, pues, jugó aquel partido con la angustia del secuestro de su padre (se ganó 0-1 con gol de Gillermo Amor). Al día siguiente, y coincidiendo con la victoria del Deportivo en Las Gaunas, la policía brasileña anunciaba la liberación, sano y salvo, del padre de Romario.
Una de las acusadas de este secuestro, Marlúcia Menezes Gomes, aseguró años después, en una nueva declaración al Ministerio Público, que la farsa con fines de extorsión fue forjada por Ronaldo, uno de los hermanos de Romario, y Wilson Massauer Júnior, ex guardaespaldas del delantero del Vasco da Gama.
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