A los ocho años se apuntó al equipo de su barrio. Junto con su hermano más adelante fueron evolucionando en su país así llegaron con el Ionikos NF a ganar el título juvenil de Grecia. A partir de entonces Mihalis experimentó una progresión muy grande, y el año 92 debutó como profesional con el equipo Ionikos NF, con el que jugó tres temporadas en la categoría A-2. Kakiuzis continuó mostrando su enorme progresión y la temporada 94-95 ya se había convertido en el segundo máximo goleador y reboteador de la categoría. También esa misma temporada llegó conseguir la medalla de oro con la selección sub-19 de Grecia.
Tras este números los principales equipos griegos se interesaron por este jugador, ya sea Panionios y Olympiakos o AEK que finalmente fue el equipo que lo fichó. Dentro de este equipo fue ascendiendo en su rol hasta convertirse en la estrella indiscutible del equipo. En 2002 logró que el AEK se proclamara campeón de la liga de Grecia. Un año más tarde en 2003 el Montepaschi de Siena lo fichó. Allí demostró su enorme potencial ante una liga más dura y de calidad como era la italiana. Al margen de todo esto Kakiuzis continuaba jugando con el combinado griego en competiciones internacionales. Es gracias a ello que consiguió el título más importante de su carrera en 2005 consiguiendo que Grecia se convirtiera campeona del mundo. Ese mismo verano el jugador griego acabó contrato con el Siena y decidió fichar por el FC Barcelona, equipo con el que logró la Copa de España de baloncesto 2007, meses antes de fichar por el Cajasol Sevilla.
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