Este frase tipica catalana, significa que es bueno que tengas inquietudes para ver mundo y conocer cosas nuevas, pero que finalmente acabarás volviendo a casa, con tus amigos y con lo que conoces. Esto se podía aplicar a Pep Guardiola. Un crack que salido de la cantera blaugrana que volvía en la temporada 2007/08 para entrenar al filial blaugrana, eso sí, con una mochila cargada hasta arriba de experiencias profesionales y vivencias personales muy diversas. Después de pasar por todas las categorías inferiores del Barça, debutó con el primer equipo la temporada 1990/91. Centrocampista dotado de una exquisita técnica y gran visión de juego, ejerció el rol de 4 durante una década entera. Su historial responde a uno de los mejores momentos de la reciente historia del FC Barcelona, el llamado Dream Team, con la primera Copa de Europa y cuatro Ligas consecutivas, que por ahora ha sido irrepetible. Pep Guardiola compartió alineaciones con algunos de los mejores jugadores del mundo en la década de los 90, desde Romário hasta Laudrup, pasando por Zubizarreta, Stoichkov, Figo, Ronaldo o Rivaldo. Su trayectoria en el FC Barcelona se cerró al final de la temporada 2000/01, cuando se fue a Italia para jugar en el Brescia Calcio y el AS Roma, continuando en el Al-Ahli Doha (Qatar) y Dorados de Sinaloa (Mexico). Para regresar siete años después volviendo a la cantera del Barça. Era el alumno aventajado al que le tocaba hacer de maestro. Es la ley de vida
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