
En un momento del partido, Johan salió del banquillo y le pidió a Guardiola que moviese más la pelota. Ante esto, el de Santpedor respondió que era imposible porque no se veía. La respuesta de Cruyff fue casi automática. Se dirigió al banquillo del Logroñes y, mirando a los ojos a David Vidal, le dijo que tenía "mucha cara". El míster gallego comentó que, en ese momento, quería que la tierra se lo tragara. Pero, eso sí, la argucia del míster sirvió para llevarse un punto ante un equipo temible ocmo era el entrenado por el mito holandés
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