
Cruyff estaba contento. Por fin, el sueño desde hacía varias temporadas (desde 1970, se hablaba de ese interes mutuo) se iba a realizar: Johan vestiría la camiseta blaugrana en partido oficial. Atras quedaban esos amistosos en plena temporada para que se mantuvieraen plena forma. Poco después Michels le díjo que se reincorporara a la concentración de Vallvidrera, junto con sus otros compañeros. Pero como Cruyff había empeñado su palabra de asitir al homenaje de Boter, se dirigió al terreno del Fabra y Coats, donde realizó el saque de honor, ya que tenía órdenes de Michels de no jugar, por si se cumplian todos los tramites de su incorporación definitiva y su debut en el Camp Nou. Una vez finalizado el homenaje, se dirigió de nuevo al Estadio en compañía de Minguella, para recoger el chandall de cóncentración, su primer chandall del Barcelona, aquel que esperaba con tanta afición y con tanta confianza. Su debut estaba a unas pocas horas
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada