
Alejandro Morera durante la travesía manda a Ricardo Saprissa (que vivía en Barcelona y había sido jugador del RCD Espanyol), que llegaría a la Ciudad Condal para "fichar" por el Valencia. Ambos tenían cierta amistad porque el exjugador tenía junto a su hermano una empresa en Costa Rica, donde había nacido Morera y lo había visto jugar en algunas ocasiones. De esta manera y Saprissa junto a varios directivos del club blanquiazul, fue a recibirlo al puerto. Lo alojaron en un chalet de Sarriá, propiedad el club españolista para comenzar las negociaciones. Durante las negociaciones pidió permiso para ir a Valencia donde tenía unos familiares, con los cuales iba alojarse si hubiera fichado por el CF Valencia. Además había dado su palabra al club valenciano y tenía que escuchar su oferta
En Valencia además de conocer a sus familiares, el Sr Segura (que actuo como su abogado) y él, tienen una oferta del club valenciano, pero la oferta no intereso.
De nuevo regresa a Barcelona y se instala de nuevo en el chalet de Sarria.
Como el acuerdo con el club no parece sastifactoria, decide acudir al club blaugrana y pide esa prueba, y tanto el técnico como los directos quedan agradablemente sorprendidos y deciden que merece la pena ficharlo
El jugador comienza las negociaciones con Joan Coma Segarrols (presidente del FC Barcelona) y se llega a un acuerdo para ingresar al club con un contrato por tres temporadas. Con las siguientes condiciones económicas: Un sueldo mensual de 500 pesetas y un anticipo de 6.000 pesetas abonadas en aquel momento y otras 4.000 en la temporada 1934/35 si aún continuaba en el club.
De esta manera Alejandro Morera sin dar explicaciones no asiste a la cita ya pactada con directivos españolistas y abandona el hospedaje brindado por el club en la sede de su chalet en el barrio de Sarriá. Tal día como hoy, y en ese partido en beneficio el club y el jugador confirman su fichaje. Aunque por el papeleo de su "nacionalización" no debutara hasta el 30 de abril, de ese mismo año
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