
Lo que sí que nos puede dejar asombrados es que el busto, que tantos años estuvo en la tribuna de Les Corts, no sea el que hoy en día podemos contemplar en el Museu Josep Lluis Núñez, porque lo que hay no es sino una copia del de Llimona. El original se encuentra en manos de un coleccionista privado de la ciudad con un gran fondo sobre el fútbol. Mejor dicho, hoy día se encuentra en el Museo de la Federación Española de Fútbol, con sede en Madrid. Como llegó a manos del coleccionista es una incógnita que sólo nos puede responder él o, en su caso, el club. Un botín de guerra? Una venta fraudulenta del club?
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