
Basora se preguntaba como es que siendo solo un jugador que iba a debutar, podía ser tan conocido en Dublín. Al llegar de vuelta al hotel, y motivado por el desconcierto fue a recepción, para preguntar cual podría ser el motivo de que la gente solo le saludara a él y con tanta reverencia... Si era el jugador con menos internacionalidades. Cuando el recepcionista le expuso cual sería seguro el motivo de esas reverencias, Basora y sus compañeros no pararon de reir.
Parece ser que los irlandeses al ver un joven vestido de negro completamente y que acompañaba a los jugadores de la Selección, pensaron que era el capellan del equipo y recordemos que Irlanda es de fe católica, con lo cual le debían respeto
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