Fue un buen susto el que se llevo Javier Saviola, el 28 de noviembre del
2003, cuando se dirigía en su automóvil, como cada mañana, desde su
hogar en SantCugat hacia las instalaciones del Camp Nou para participar
del entrenamiento matinal. Cuando el "Pibito" conducía por los
túneles de Vallvidrera con su todo terreno BMWX5 fue abordado por dos
sujetos de origen sudamericano en lo que se denomina popularmente "hurto por el procedimiento de rueda pinchada".
Se trata de un delito que, según fuentes policiales, se repite muy a menudo en este tramo de la autopista C-16 que precede a los peajes. Una vez los atracadores consiguieron engañar al jugador para hacerle detener el coche en el arcén, colocaron el suyo justo delante para impedir su avance. Saviola se percató del truco y decidió esperar sentado sin moverse a que se acercaran hacia su ventanilla, demostrando mucho temple, mientras uno de ellos introducía su mano en un bolsillo como si fuera a extraer una pistola. El jugador no dudó en entregar de inmediato su neceser con todo sus enseres, tarjetas de crédito, dinero y la carta de residencia, tras lo cual los atracadores se dieron rápidamente a la fuga en un Audi 4.
Para más inri, esta era la segunda ocasión en que el jugador pasaba por este mal trago: en su primera temporada en el Barcelona, en el año 2001, le robaron en el aeropuerto de El Prat su bolso de mano con un fuerte estirón. Y es que parece que Saviola no tuvo suerte en Barcelona, ni en el Barça
Se trata de un delito que, según fuentes policiales, se repite muy a menudo en este tramo de la autopista C-16 que precede a los peajes. Una vez los atracadores consiguieron engañar al jugador para hacerle detener el coche en el arcén, colocaron el suyo justo delante para impedir su avance. Saviola se percató del truco y decidió esperar sentado sin moverse a que se acercaran hacia su ventanilla, demostrando mucho temple, mientras uno de ellos introducía su mano en un bolsillo como si fuera a extraer una pistola. El jugador no dudó en entregar de inmediato su neceser con todo sus enseres, tarjetas de crédito, dinero y la carta de residencia, tras lo cual los atracadores se dieron rápidamente a la fuga en un Audi 4.
Para más inri, esta era la segunda ocasión en que el jugador pasaba por este mal trago: en su primera temporada en el Barcelona, en el año 2001, le robaron en el aeropuerto de El Prat su bolso de mano con un fuerte estirón. Y es que parece que Saviola no tuvo suerte en Barcelona, ni en el Barça
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