diumenge, 12 d’octubre del 2014

Cap. 538: El "pasillo" de la Vergüenza del Espanyol

Era el 19 de abril de 1964 el Camp Nou presenta un lleno hasta la bandera. Barça y Espanyol jugaban la penultima jornada de la liga, el Barça no se jugaba nada y el RCE Espanyol, se jugaba el descenso o la promoción...

Barcelona: Sadurní; Olivella, Gracia, Eladio; Vergés, Fusté; Zaballa, Kocsis, Re, Pereda, Vidal.
Espanyol: Joanet; Argilés, Bartolí, Riera; Ferrando, Pedrín; Boy, Kubala, Idígoras, Maguregui, Martínez
Goles: 1-0 Re, 2-0 Kocsis, 3-0 Re, 4-0 Re, 5-0 Gracia

Pese a lo trascendente del envite, el RCE Espanyol plantea el partido con unas alegrías impropias de un equipo amenazado y jugando de tu a tu a los blaugrana. Un suicidio vaya dada su situación deportiva
En el plano individual el encuentro es todo un tormento para Kubala. Cada vez que el húngaro toca el esférico los pitos son ensordecedores. Todo el partido igual. Ni con la lluvia de goles cesa la bronca. No en vano la grada culé estaba esperando el partido para recodarle que cruzar la Diagonal para vestir la zamarra perica era alta traición, además de que se había recibido un homenaje al colgar las botas y que las "descolgó" para jugar en el rival ciudadano
Pero si la tarde ya había sido bastante humillante en el plano deportivo, todavía quedaba un último e insospechado pasaje.

Cuando Gómez Arribas silba la conclusión, los 22 jugadores se saludan deportivamente. De hecho, y desde el punto de vista españolista, los 90 minutos han sido un saludo continuo. Pero cuando todo parece haber terminado, viene lo inesperado.
Promovido claramente por Kubala, los jugadores del RCE Espanyol forman un improvisado pasillo para agasajar a sus rivales cuando estos enfilan el camino del túnel de vestuarios. Es el último acto de pleitesía blanquiazul en una tarde para el olvido. Una auténtica vergüenza para sus aficionados.

Siete días más tarde el RCD Espanyol vencía al Sevilla CF en Sarriá (1-0) con gol de Martínez (47') y alejaba todo riesgo de descenso directo. Huir de la promoción no fue posible.
Los posibles malentendidos quedaron atrás y todos se confabularon para que el RCE Espanyol continuara en 1ª División. Y lo consiguieron. Pese a perder en El Molinón (1-0) ante el Real Sporting de Gijón, Kubala y los suyos remontarían la eliminatoria en Sarriá (3-0). Aquella noche del 21 de junio de 1964 el crack húngaro cuajó una actuación sensacional y contribuyó en gran medida a que la temporada tuviera un final feliz, su gol igualaba aquella eliminatoria de promoción

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