
Sin embargo, sus últimos meses en la escuadra catalana fueron complicados. Uno de los volantes más talentosos del mundo evidenció un bajón en su nivel futbolístico, que fueron inmediatamente relacionados a las largas fiestas en las que fue sorprendido.
Pero, Lluis Lainz en su libro: "De porta a dins" ("De puertas adentro"), culpa de este bajón a una situación familiar:
- "El día que su madre, Doña Miguelina, volvió enamorada a Brasil y su hermana se fue a vivir a Paris, se terminó de sentenciar la carrera del jugador. Fue el fin de la carrera del goleador brasilero, que estaba acostumbrado a vivir con ellas". Probablemente eran las que lo mantenían alejado de esas fiestas en las distintas salas de fiestas y discotecas, sin contar las de casa, que pululan por Barcelona y alrededores
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