Parece ser que fue César Luis Menotti quien daba luz verde a desprenderse de él en 1984, cuando Diego Armando Maradona ya había agotado la confianza de buena parte de la directiva. Menotti les dijo al presidente y directivos que la temporada siguiente conseguirían el título, pero ponía una condición para renovar: vender a Maradona. El entonces presidente, Josep Lluís Núñez se negaba en redondo. Por lo menos inicialmente, y ello a pesar de que buena parte de sus directivos no veían con malos ojos el traspaso, "debido a que empezaba a tener algunos problemas extradeportivos". Fue una negativa que duró poco: al cabo de un mes Maradona era jugador del Napoli. Barcelona hizo caso a Menotti.
Anton Parear comento en su día "que no quería renovar hasta que vendiéramos a Maradona" [...] "Nos decía que con él sería imposible aspirar al título y que, así, no continuaba".
La verdad es que a la siguiente sin Maradona y con Terry Venables y Steve Archibald conquistarian la liga, sin sus dor argentinos
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