dimecres, 28 de març del 2018

Cap. 4273: Quien se quedaba los trofeos en caso de disolución?

Tras la Asamblea del 27 de junio de 1920, donde se transcribía unos estatutos para salvaguardar al club. Aquella Asamblea acababa con una frase diáfana, en castellano sería más o menos: "Somos del FC Barcelona, porque somos de Catalunya. Hacemos deporte, porque hacemos patria"
Aquellos dias el club contaba con 3574 socios, y el club comenzaba a vivir la primera época de oro, conquistando Campeonatos de Catalunya, Copas de España y que acabaría con la consecución del primer campeonato liguero que se disputo en España, era la temporada 1928/29. Para muchos seguidores el club, comenzaba a ser "mes que un club", no solo era deportivo sino que transcendia que se iba a convertir en un estamento politico social. Por ello y para evitar que, por motivos politicos, el club en manos de personas no vinculadas al club y al territorio, el art. 42 de estos estatutos estipulaba, que en caso de disolución de la entidad, los libros y los trofeos de la entidad debían entregarse a la Mancomunitat de Cayalunya y al Museu Nacional Català. Sabia decisión

Cap. 4272: Más claro que el agua

Posiblemente siga sin gustar, pero para prueba un ejemplo. 2 de mayo de 1920, la evidencia de que el club blaugrana sigue siendo fiel a sus origenes. El FC Barcelona se proclamaba campeon de la Copa de España, al imponerse al Athletic Club por 2-0, goles de Vincenç Martinez y Paulino Alcantara, en la final que se jugó en El Molinon (Gijon). En aquellos días, también el Barcelona no ocultaba la muestras de su personalidad, y sobre todo la voluntad de apoyo al resurgimiento de la maltrecha identidad Catalana. No es de extrañar que apenas dos días después este triunfo, la publicación Catalunya Sportiva, publicase esta nota:
- "Eternos enemigos del Barcelona, los que lo odiais porque lleva el nombre de la augusta ciudad: porque es el club catalanísimo. Mordeos los puños, porque la victoria es nuestra"
Como se ve un posicionamiento claro como el agua, y que casi 100 años después sigue teniendo vigencia... a pesar de todos los palos que han puesto a las ruedas del club, nadie lo apartara de su destino
La llegada de la expedición blaugrana a la estación del Norte de Barcelona, días después, fue apoteósica. Según las crónicas de la época más de seis mil personas esperaron la aparición de los vencedores, que llegaron asomando las cabezas desde las ventanillas del tren entre los aplausos y los vítores de los aficionados congregados. La necesidad de construir un nuevo terreno de juego para el Barça, el futuro campo de Les Corts, experimentó así un decidido impulso, el campo del Carrer Industria, tenía la sentencia de muerte

FC Barcelona - Athletic Club 2-0
Barcelona: Zamora, Coma, Galicia, Samitier, Sancho, Torralba, Viñals, Sesumaga, Vicenç Martínez, Paulino Alcantara, Plaza, Greenwell
Athletic: Amann, Hurtado, Gómez-Acedo, Bilbao, Belauste III, Eguiluz, Sena, "Pichichi", Belauste I, Laca, Echevarria
Goles: 1-0 Vicenç Martínez, 2-0 Paulino Alcantara

Cap. 4271: Los "invidentes" tambien disfrutan con el futbol

Los invidentes tambien suelen acudir al estadio blaugrana. Uno de los más conocidos en la historia del FC Barcelona, era Lluís Marchan era un invidente, que en la década de los '50, era un ferviente seguidor y socio del club Blaugrana. Vivio gran parte de el Barça de Les Conc Copes y de la eliminadión del Madrid en la Copa de Europa, Marchan seguía los partidos del Barça en Les Corts desde su localidad en el gol "de arriba". Sus acompañantes le explicaban las jugadas con todo detalle, tal como hacían los antiguos locutores radiofónicos.

Cap. 4270: Expresión lleno hasta la bandera

Usamos la expresión "hasta la bandera" cuando queremos hacer referencia a que en un determinado lugar no cabe nadie más, el aforo está completo o hay una gran cantidad de personas. Antiguamente los estadios deportivos no estaban ocupados todos por asiento. Por eso, cuando el publico cubria hasta donde habían unas banderas que coronaban los graderíos, siendo la parte más alta de los mismos, se usaba esta expresión, que daba a entender que se había vendido todo el aforo o que había una muy buena afluencia de espectadores, traspasando posteriormente el ámbito a otro tipo de espectáculos o situaciones. Al final de los '40, Les Corts solían estar "hasta la bandera" o con otra típica frase histórica... "como sardinas en latas", que si os habeis fijado, tampoco queda hueco, para que quepa otra sardina. Por aquellos días Les Corts, tenia una capacidad de 48 mil espectadores: 14 mil de asiento y 34 mil, pero la mayoría de las veces se superaba con creces esa capacidad