El 31 de octubre de 2011, eb una extensa carta publicada en el diario "El País" bajo el título "La verdad en marcha", Joan Laporta negaba que nunca ganó 10 millones de euros a través de su despacho de abogados por asesorar, cuando era presidente del FC Barcelona al magnate uzbeko Miradil Djalalov, un dinero que sí admitió haber ingresado en su declaración ante el juez el 10 de octubre, aunque en esa comparecencia había matizado que esa cifra no fue integramente para él y su despacho.Laporta insistía en su escrito en que esa operación nada tuvo que ver con su labor al frente del club blaugrana y que, por contra, esa relación empresarial le permitió cerrar al club blaugrana un contrato de 3 millones de euros que podían haber sido 5 si el equipo hubiese acabado celebrando un encuentro en Uzbekistán, partido que al final no se llevó a término por motivos de agenda.
- "Nunca incumplí ningún código ético ni utilicé al FC Barcelona para negocios particulares. Durante los siete años en que tuve el honor y la responsabilidad de presidir el Barça, mi despacho de abogados trabajó con diversas empresas como fruto de acuerdos que en su mayoría se iniciaron incluso antes de 2003, año en que comienza mi primer mandato al frente del Barça. Algunos de esos clientes, empresas bien conocidas, también tendrían relaciones, como proveedores o sponsors, con el FC Barcelona, sin que Laporta & Arbós intercediese nunca bajo ningún concepto", explicaba.
Laporta también recordaba que un presidente del Barça no cobraba por su función, por lo que "tiene todo el derecho" a trabajar al margen del club, en este caso en el bufette de abogados. El expresidente del Barça, en aquellos días, diputado autonómico insistía en que tomarría todas las medidas legales necesarias para defender su honor porque, dijo,
- "Ni el Barça ni la paz social del barcelonismo están por encima de mi dignidad, de la dignidad del apellido que llevan mis hijos; no acepto que se ensucie mi honor con maniobras indecentes articuladas contra mi persona".
Y abundando en esta idea reiteraba su postura:
- "Pienso llegar hasta el final para explicar la verdad. Nuestra gestión al frente del FC Barcelona fue muy buena. Colaboramos en construir el mejor club del mundo, el mejor equipo de la historia, y dejamos una entidad solvente económicamente, con los mejores ingresos de que nunca ha disfrutado el club, con la mejor imagen social y solidaria. Y no permitiré, insisto, que ensucien una gestión eficiente y honesta"
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