El aficionado culé no es el típico que va al campo a gritar y a cantar
pase lo que pase en el partido, suele ser un aficionado exigente
acostumbrado a ver buen futbol, y solo aprieta cuando el juego y las
situaciones de los partidos lo requieren.
El aficionado cule es aquel que a pesar de la distancia, puede vivir en
la otra parte del mundo siente los triunfos como suyos, son capaces de
chillar y gritar como nadie como si estuvieran en el Estadi...
Ser aficionado culé fuera de Catalunya, en territorio "comanche", es muy
difícil y a veces muy sufrido. En Catalunya los duelos, cuando los hay,
se sufren colectivamente. Fuera es muchas veces luchar contra molinos
de viento.
Pero por encima de todo es que todo culé, sigue siendo en su interior
plenamente consciente de todos nuestros defectos crónicos y en ocasiones
despreciables, deseará, a pesar de ello, que llegue el domingo para
conseguir la victoria y revertir nuestro rumbo.
Pero es evidente que gracias a los aficionados cules, el Barça es cada
día más grande y que muchos de ellos lo aman tanto como los socios y que
luchan día a día por unos colores...
Y es que ser del Barça, es ser "diferent"
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