divendres, 5 de setembre del 2014

Cap. 402: El Barça en sus origenes

En aquellos tiempos debía ser muy difícil no sentirse contagiado por la buena fe de los primeros años del FCBarcelona. Antes de ingresar en el club, eran los primeros directivos e incluso, a veces los jugadores, quienes marcaban el campo antes de celebrar los partidos. Los entrenamientos se efectuaban a primera hora de la mañana. A las seis ya había jugadores en el campo dando vueltas, y poco después dándole al balón. Y todos los jugadores además eran socios del Club, que pagaban sus cuotas y que después del entrenamiento iban a sus ocupaciones, unos a estudiar, otros a sus negocios y otros a su trabajo cotidiano. Pero este ambiente duró poco, porque un grupo de jugadores se rebeló en contra de ese "amateurismo" integral. Porque en aquellos tiempos otros clubs ya pagaban algún dinero a sus jugadores. La cosa tenía su explicación, porque algunos muchachos de clase modesta que demostraban excelentes condiciones para jugar a fútbol, no tenían en cambio medios económicos. Y entonces a estos jugadores se les pagaba el equipo, zapatos, medias, pantalones, camiseta y se les daba además algún dinero para los gastos de tranvía. Una vez, entre muchos casos, al conserje del club (Manuel Torres) que se le presentó un muchacho que jugaba en el segundo equipo del "Inter". (Internacional FC)  
– A mí, señor Torres, me gustaría jugar en el Barcelona. 
– Pues pásate cualquier día a primeras horas de la mañana, que te verá el señor Peris de Vargas. 
– Oiga, señor Torres, una pregunta: ¿cuánto paga el Barcelona a sus jugadores?
Manuel Torres considero aquello como un insulto y el presunto jugador de nuestro club, tuvo que echar a correr por miedo a sus iras.

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