Ocurrió el 3 de octubre 1987: aunque el partido fue apasionante y
movido. Empez con una victoria azulgrana, continuó con empate polémico y
25 días después concluía con un derrota barcelonista
La verdad es aquel encuentro ante el Atlético de Madrid fue bastante
esperpentico. Apenas acudimos 20.000 aficionados al estadio. El Barça
entrenado por Luis Atragones estaba en la cola de la clasificación.
Médiado
el primer tiempo cayó un incesante aguacero sobre el terreno de juego
hasta convertirlo en un autentico barrizal, donde el fútbol era
impracticable.
Tras el descanso, todos, habíamos tomado conciencia de que aquello era
"injugable". Todos, menos el árbitro, Ramos Marco. Los empleados del
club azulgrana a duras penas pudieron repintar las rayas del terreno
pero el partido se reanudó. Más impracticable que nunca, el Camp Nou
invitaba primero a un partido de waterpolo, y más tarde, fue "haz lo que puedas con el balón". Estaba
claro que un gol, en aquellas circunstancias sólo podía ser fruto de la
casualidad. En una jugada Futre es "deribado" por Zubizarreta y el
colegiado decreta penalti. Era el min. 57, y López Ufarte no perdono el
"regalo" del colegiado.
Como estaba el campo, los jugadores y los empapados aficionados
esperabamos que todo se decidiera en un salomónico reparto de puntos: A
partir del empate, Ramos Marco comenzó a cuando el árbitro consultar con
todo el mundo.
Desde el delegado a sus ayudantes, pasando por los jugadores y decidió
lo que tenía que haber decidido 25 minutoa antes: suspender el encuentro
más morbo que añadir a una confrontación ya de por sí treménda.
Una de las anecdotas del partido estaban en ambos banquillos, los dueños
de ellos en este partido estaban sentados totalmente al contrario. Luis
Aragones era el entrenador del Barça y César Luis Menotti el del
Atletico de Madrid.
Y os digo en serio que nunca he visto llover asi en el campo del Barça
durante un partido y que no se haya suspendido
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