El 21 de julio de 1957, era una jornada realmente memorable y difícil de
ser olvidada para los aficionados blaugrana y era sin duda, la del
regreso de los vencedores de Caracas. La "Ciutat Comtal" toda se volcó
para tributar el más entusiasta de los recibimientos a quienes en
tierras venezolanas, habían defendido los colores del FC Barcelona, y
habían alcanzado un brillante éxito deportivo. Se trataba, en esta
ocasión, de dar la bienvenida no a los vencedores de una más o menos
importante competición deportiva, sino a quienes sabiendo hacer honor a
la responsabilidad que sobre ellos pesaba, habían colocado al club que
llevaba el nombre de nuestra ciudad en un plano destacadísimo. A un
equipo que había dejado constancia de una clase indiscutible y una
deportividad sin mácula, haciendo vivir horas de gran euforia y
satisfacción a los miles de españoles que, residentes en Venezuela, se
sintieron ligados en todo momento a esos colores blaugrana que les hacía
sentir el calor y la alegría de una patria tan lejana
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