En 1927, Jose Gaspart Bulbena (abuelo de Joan Gaspart), iniciador de la
saga hotelera, y Pep Samitier hicieron una apuesta muy singular. Jose
Gaspart aposto una habitación en el Hotel Oriente y barbero gratis a
diario si marcaba el gol decisivo en un no menos vital encuentro.
Evidentemente ganó Pep Samitier, que vivió algunos meses, en plena
Rambla y fue afeitado durante años por la patilla. Eso si los secretos
de esa suite dispararon hasta el infinito la imaginación popular de sus
contemporáneos. Tan venerado era que las floristas de les Rambles le
regalaban claveles rojos para lucir mejor su pulcra indumentaria, era
una especie de Gran Gatsby o Beau Brummel barcelonés, paladín de la
elegancia y modelo literal a seguir en cuanto a vestuario respecta, otra
de su forma de ser era su peculiar léxico, basado en metáforas de
fútbol aplicadas a la vida.
dimecres, 21 de març del 2018
Cap. 4253: Sagi-Barba, nunca falló un penalti
Sorprendentemente Emilio Sagi Liñan (conocido en el Barcelona por
Sagi-Barba, por ser hijo de un gran baritono de la la época) jamás falló
un penalti en los 446 partidos que disputó como blaugrana (según
oficializa el club en sus archivos) y marcó 137 goles. En vísperas de su
debut nadie imaginaba que algún día Sagi-Barba o "Tití" o incluso "el
Medalas", como le apodaban en el vestuario, podría llegar a semejantes
cifras. Es más, la única persona que confiaba en ese joven delgaducho de
mediana estatura era alguien ajeno al propio vestuario: Manuel Torres,
el "Barraquer". A pesar de ser una familia que dió grandes deportistas,
el único que no llegaría a triunfar fue su hermano Enrique Sagi Liñan,
que jugó algunos partidos con el RCE Espanyol.
Cap. 4252: Un futbolista a "hurtadillas"
Apasionado por el fútbol desde que vio un partido entre el Barça y un
equipo de marinos ingleses, pasaba infinidad de horas jugando con sus
amigos, entre los que estaban los hermanos Armet, míticos jugadores de
los años veinte, especialmente Kinké, que está considerado el fundador
de la escuela futbolística andaluza en su etapa en el Sevilla. Juntos
jugaban en el estadio de Galvany, en la plaza que estaba junto al
Convento de los Capuchinos que fue destruido en la Semana Trágica.
Posteriormente jugaron partidos inacabables en la Plaza del Doctor
Letamendi que tenían su prórroga en la cercana acera de la Universidad,
que estaba alumbrada por focos municipales. Paulino tenía mala salud y
los médicos le prohibieron que jugara al fútbol. Él comenzó a jugar a
hurtadillas, primero apuntándose al Universitary hasta que a los 13 años
logró las dos pesetas necesarias para ser socio del FC Barcelona. Una
vez los consiguió, habló con Joan Gamper para crear el primer equipo
infantil de la historia del club. De alguna forma, se puede decir que
fue el fundador de la cantera azulgrana, aunque lo único que él
realmente buscaba era jugar. Pidió a su compatriota Manolo Amecházurra,
jugador del primer equipo, que ejerciera de entrenador del primer
equipo. Maduró tan rápido en lo futbolístico que apenas dos años
después, el presidente Gamper le hizo debutar con el primer equipo en
una época en la que todavía no había entrenador... Este futbolista era
nada más y nada menos que Paulino Alcantara
https://www.martiperarnau.com/anecdo...ino-alcantara/
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