El 26 de julio de 2015, Lucho y Van Gaal se fundieron en un efusivo abrazo y se desearon la mejor de las suertes para la campaña que comenzaba en unas semanas. Pero no sólo Luis Enrique, quien fue su pupilo en sus dos etapas en el equipo blaugrana (1997-2000, 2002-2003), sino que varios ayudantes también le mostraron al holandés la mucha estima que le tienen.
Y es que a pesar de esa fama de déspota que se le atribuye, a Louis Van Gaal la gente con la que ha trabajado o trabaja le quiere mucho. Gente como el delegado Carles Naval, el doctor Ricard Pruna o el utillero Josep Anton Ibarz, que también se abrazaron y comentaron anécdotas antes del encuentro. También otro hombre se reencontraba con antiguos compañeros como es el caso del entrenador de porteros Frans Hoek, que estuvo tres campañas en la disciplina blaugrana como ayudante de Van Gaal.
Y es que a pesar de esa fama de déspota que se le atribuye, a Louis Van Gaal la gente con la que ha trabajado o trabaja le quiere mucho. Gente como el delegado Carles Naval, el doctor Ricard Pruna o el utillero Josep Anton Ibarz, que también se abrazaron y comentaron anécdotas antes del encuentro. También otro hombre se reencontraba con antiguos compañeros como es el caso del entrenador de porteros Frans Hoek, que estuvo tres campañas en la disciplina blaugrana como ayudante de Van Gaal.