El presidente Agustí Montal, que asumió el "més que un club" como
eslogan electoral, tenía también muy claro el papel del FC Barcelona en
el proceso estatutario de Catalunya, en los primeros años de la
democracia. En el discurso de la Asamblea de compromisarios de abril de
1977, ya decía que "la vindicación de este estatuto, que debe ser la
garantía de nuestras libertades y de una verdadera descentralización, no
es exclusiva de ningún político, ni de ni nigún partido de Catalunya.
Lo pedimos públicamente a las entidades, a las instituciones cívicas, a
los ayuntamientos, al pueblo. En el hecho de que este estatuto sea
posible, nos jugamos el ser o no ser de la Catalunya de hoy y del
futuro.
El Barcelona de hoy no sería consiguiente con su trayectoria de tantos años, ni sintonizaría, como siempre ha hecho, con la realidad que le rodea, ni sería fiel a su representatividad de institución catalana por antonomasia, si no se manifestara públicamente por la autonomía. Permitidme, pues, que manifieste públicamente, igual que hicieron los barcelonistas del año 32 (tambien conocido como Estatut de Nuria), que el Fútbol Club Barcelona, hoy y aquí, y que quede constancia histórica, está por el Estatut d'Autonomía de nuestro pueblo. Visca el Barça! Visca Catalunya!"
El Barcelona de hoy no sería consiguiente con su trayectoria de tantos años, ni sintonizaría, como siempre ha hecho, con la realidad que le rodea, ni sería fiel a su representatividad de institución catalana por antonomasia, si no se manifestara públicamente por la autonomía. Permitidme, pues, que manifieste públicamente, igual que hicieron los barcelonistas del año 32 (tambien conocido como Estatut de Nuria), que el Fútbol Club Barcelona, hoy y aquí, y que quede constancia histórica, está por el Estatut d'Autonomía de nuestro pueblo. Visca el Barça! Visca Catalunya!"