"Estaba encadenado y había que hacer mucha fuerza para librarse de las cadenas. Pero las rompí".
Con estas palabras Diego Armando Maradona expresaba su satisfacción por el traspaso al Napoles, ya entrada la madrugada. Era el 1 de julio de 1984, Maradona estaba con toda su gente había estado esperando en el "parking" del aeropuerto a que todo el papeleo se resolviera. Su impaciente espera concluyó cuando al filo de la una, se le avisaba para la firma. Cruzaba el "hall" del aeropuerto y se introdujo en las oficinas que "HUSA" (empresa de Joan Gaspart) poseía en el aeropuerto
Tres minutos después un acompañánte del presidente del SC Nápoles, Corrado Ferlaino, salía sonriente diciendo: "Firmatto!".
La puerta de la oficina había quedado entreabierta y através de ella, la prensa pudo ver a Diego, todavía con el bolígrafo en la mano, llorando de emoción. Los directivo y periodistas italianos, que son muy detallistas y dados a los melodramas lacrimógenos, quedaron encantados por el detalle de un Maradona lloroso y emocionado. Uno de ellos exclamó: "Ha mojado el contrato con sus lágrimas".
La operación del traspaso de Maradona al Nápoles queda finalmente cerrada de la siguiente forma: 3 millones de dólares (450 millones de pesetas) al contado, 2 millones (300 millones de pesetas), en septiembre de 1985; otros 2 millones de dólares en septiembre de 1986. El Nápoles abonará en intereses, además, el 8% del segundo pago y el 16% del tercero. El Barcelona, al que Maradona le costó 1.300 millones de pesetas, pagará al Argentinos Juniors lo que todavía le adeuda del traspaso. La comisión que percibirán los intermediarios por el traspaso al Nápoles será pagada a partes iguales por los dos clubes."Muy a pesar mío, Maradona se va"
Era el digno final a una historia novelesca de esas dos temporadas de Maradona en el FC Barcelona, con su hepatitis, su lesión y muchos secretos que quedaron guardados en los sotanos de la sede blaugrana
Con estas palabras Diego Armando Maradona expresaba su satisfacción por el traspaso al Napoles, ya entrada la madrugada. Era el 1 de julio de 1984, Maradona estaba con toda su gente había estado esperando en el "parking" del aeropuerto a que todo el papeleo se resolviera. Su impaciente espera concluyó cuando al filo de la una, se le avisaba para la firma. Cruzaba el "hall" del aeropuerto y se introdujo en las oficinas que "HUSA" (empresa de Joan Gaspart) poseía en el aeropuerto
Tres minutos después un acompañánte del presidente del SC Nápoles, Corrado Ferlaino, salía sonriente diciendo: "Firmatto!".
La puerta de la oficina había quedado entreabierta y através de ella, la prensa pudo ver a Diego, todavía con el bolígrafo en la mano, llorando de emoción. Los directivo y periodistas italianos, que son muy detallistas y dados a los melodramas lacrimógenos, quedaron encantados por el detalle de un Maradona lloroso y emocionado. Uno de ellos exclamó: "Ha mojado el contrato con sus lágrimas".
La operación del traspaso de Maradona al Nápoles queda finalmente cerrada de la siguiente forma: 3 millones de dólares (450 millones de pesetas) al contado, 2 millones (300 millones de pesetas), en septiembre de 1985; otros 2 millones de dólares en septiembre de 1986. El Nápoles abonará en intereses, además, el 8% del segundo pago y el 16% del tercero. El Barcelona, al que Maradona le costó 1.300 millones de pesetas, pagará al Argentinos Juniors lo que todavía le adeuda del traspaso. La comisión que percibirán los intermediarios por el traspaso al Nápoles será pagada a partes iguales por los dos clubes."Muy a pesar mío, Maradona se va"
Era el digno final a una historia novelesca de esas dos temporadas de Maradona en el FC Barcelona, con su hepatitis, su lesión y muchos secretos que quedaron guardados en los sotanos de la sede blaugrana