El 19 de junio de 1995, se confirmaba el fichaje de Luis Figo. Fue un
fichaje rocambolesco, porque Veiga y el jugador hicieron lo que han
hecho siempre, firmar dos contratos por si uno fallaba. Y Figo había
firmado por el Parma y la Juve. La duplicidad de contratos se solucionó
con una sentencia salomónica por parte de la federacion italiana: no se
podía incorporar a ningún equipo italiano en dos años. Y el equipo
blaugrana lo aprovechó para incorporarlo, desde el Sporting de Lisboa a
cambio de 346 millones de ptas. Pero aún quedaría un requicio y era que
una vez pasados esos dos años, el club blaugrana debía pactar con el
Parma un pago simbólico por el jugador
El portugués, que venía del Sporting de Lisboa, llegaba a El Prat ilusionado y con ganas de triunfar en el Barça: "Mi gran sueño es ser campeón de la Copa de Europa con el Barça, pero lo primero es recuperar la hegemonía en el fútbol español".
Al final se fue como vino con duplicidad de contratos y Gaspart debió denunciar ese caso a la UEFA y veriamos lo que hubiera pasado. Lo esperpentico del caso es que Figo, pidió 5.000 millones para poder seguir jugando en el club blaugrana.
El portugués, que venía del Sporting de Lisboa, llegaba a El Prat ilusionado y con ganas de triunfar en el Barça: "Mi gran sueño es ser campeón de la Copa de Europa con el Barça, pero lo primero es recuperar la hegemonía en el fútbol español".
Al final se fue como vino con duplicidad de contratos y Gaspart debió denunciar ese caso a la UEFA y veriamos lo que hubiera pasado. Lo esperpentico del caso es que Figo, pidió 5.000 millones para poder seguir jugando en el club blaugrana.