Pocos días antes del 19 de noviembre de 2005, Andres Iniesta recibía una llamada a altas horas de la madrugada.
- "Andrés, se que son de las 3 de la mañana, pero tengo que decirte una cosa, en junio me voy del Barça. Mi hermano está cerrando un acuerdo con el Real Madrid. Son cifras increíbles a las que no puedo decir que no. Tú eres jóven, puedes entenderme...pero por favor, no se lo digas a nadie en el vestuario o en el club, no me traiciones, me fio de ti más que de ningún otro. Buenas noches, Andrés". El interlocutor era Ronnie
Al dí siguiente, El día siguiente en el campo de entrenamiento, los jugadores sentía un extraño silencio alrededor del cesped. Todo el equipo estaba raro, abrazaban y daban mimos a Ronaldinho como nunca habían hecho antes... Llegó el día del Clásico y en el vestuario del Santiago Bernabéu, Dinho tomó la palabra y dijo:
- "Chicos, hoy jugamos un partido importante, ellos son fuertes, pero en estos días he descubierto que somos como una familia. He llamado a cada uno de vosotros en mitad de la noche y os contado en confianza que me voy en junio, pero ninguno de vosotros ha hablado. Después de esto he entendido que estamos dispuestos a morirnos por dentro antes que traicionarnos. Yo me quedo aquí por muchos años...Ahora salgamos al campo y vamos a darle una lección de fútbol al Madrid'".
Esa noche, Ronaldinho jugó uno de los mejores partidos en el Bernabéu y marcó dos goles y cuando salió, el Bernabéu se puso en pie para aplaudirlo.
- "Andrés, se que son de las 3 de la mañana, pero tengo que decirte una cosa, en junio me voy del Barça. Mi hermano está cerrando un acuerdo con el Real Madrid. Son cifras increíbles a las que no puedo decir que no. Tú eres jóven, puedes entenderme...pero por favor, no se lo digas a nadie en el vestuario o en el club, no me traiciones, me fio de ti más que de ningún otro. Buenas noches, Andrés". El interlocutor era Ronnie
Al dí siguiente, El día siguiente en el campo de entrenamiento, los jugadores sentía un extraño silencio alrededor del cesped. Todo el equipo estaba raro, abrazaban y daban mimos a Ronaldinho como nunca habían hecho antes... Llegó el día del Clásico y en el vestuario del Santiago Bernabéu, Dinho tomó la palabra y dijo:
- "Chicos, hoy jugamos un partido importante, ellos son fuertes, pero en estos días he descubierto que somos como una familia. He llamado a cada uno de vosotros en mitad de la noche y os contado en confianza que me voy en junio, pero ninguno de vosotros ha hablado. Después de esto he entendido que estamos dispuestos a morirnos por dentro antes que traicionarnos. Yo me quedo aquí por muchos años...Ahora salgamos al campo y vamos a darle una lección de fútbol al Madrid'".
Esa noche, Ronaldinho jugó uno de los mejores partidos en el Bernabéu y marcó dos goles y cuando salió, el Bernabéu se puso en pie para aplaudirlo.