Tras la firma que estampó sobre el papel, trascendió una divertida anécdota que sacaría una sonrisa a más de uno. Y es que el "Mosquito" puede parecer a veces una persona introvertida y callada, aunque lo cierto es que tiene mucho sentido del humor. Por eso como es habitual con todos los jugadores que fichan por el Barça, a Dembelé se le pidió que dijera unas palabras al vestuario a modo de saludo, a fin de estrechar lazos y transmitir su motivación al grupo.
Dembelé empezó su discurso explicando que estaba muy feliz por seguir vistiendo la camiseta del Barça, por continuar al lado de sus compañeros y de Xavi, y que estaba muy comprometido con el equipo. Como prueba de ello, se soltó al pedir la capitanía. La solicitud generó un silencio entre sus compañeros, algunos de los cuáles se miraron entre sí. Al ver la sorpresa general, Dembelé sonrió y aclaró rápidamente que se trataba de una broma. Ahí es cuando todo el vestuario empezó a reírse a carcajadas, dando pie al cachondeo.