Hasta que la muerte os separe dicen en las bodas, pero siempre que no se trate del fútbol.
Desde hace más de dos décadas, una familia catalana, fiel seguidora del
FC Barcelona, dedica cada 14 de febrero una esquela a sus difuntos (padre e hijo), para
mantenerles al corriente de la actualidad del que fuera el club de sus
amores.
"Se ha demostrado que nadie nos podrá
doblegar", canta el himno blaugrana en una de sus estrofas y, en el caso
de Pere Serra Guinjaume, ni siquiera la "Señora de Negro" consiguió hacerlo con la
que fuera su pasión en vida. Un domingo de 1988, el mismo día que el
Barça empataba contra el Valencia, Pere falleció a los 71 años.
Fue
en el cuarto aniversario de su muerte cuando, por primera vez, sus
allegados decidieron que la esquela, siempre en catalán, que en los dos
años anteriores le habían dedicado en el diario 'La Vanguardia',
incluyera una frase relativa al devenir del equipo.
"Aquest
any sí. T'estimem i et recordarem" (Este año sí. Te queremos y te
recordaremos), decía aquel mensaje en clave blaugrana, haciendo uso de
la frase tan repetida cada temporada por los culés de antaño en el Camp
Nou, entre ellos, seguramente, el propio Pere.
Aquel
ilusionante "Este año sí" escondía la fe ciega de él y otros muchos
seguidores en un equipo cuyos triunfos apenas llegaron en cuentagotas
durante décadas, quedando casi siempre en sueños rotos por el camino.
Como tantas veces en la trágica historia del club.
Pero,
como si fuera un augurio de lo que iba a avecinarse en ese 1992 mágico
para la Barcelona olímpica, un zapatazo del holandés Ronald Koeman en
Wembley llevaba la primera Copa de Europa a las vitrinas del Camp Nou
pocos meses después. Ese año sí fue, por fin.
Desde
entonces, cada 14 de febrero, una esquela aparece entre los obituarios
del periódico catalán. Unas veces como resumen de la temporada, otras
como reflexiones que dan a muchas interpretaciones. Relatando triunfos,
crisis, penas o glorias azulgranas a Pere Serra Guinjaume, al que se le
unió Pere Serra Casanovas en 2005.
A la renovada
ilusión del "Este año también" de 1993 le siguió un "Este año al menos
tenemos un cinco a cero", en referencia a la inolvidable goleada sobre
un Real Madrid que, al año siguiente, devolvería el golpe. "Este año nos
la han devuelto. No pasa nada".
Esquelas que suponen
una radiografía de los vaivenes de la entidad desde el 'Dream Team' de
Johan Cruyff hasta el Barça de Pep Guardiola y Tito Vilanova, pasando
por los momentos más oscuros y titubeantes de las etapas no tan lejanas
del club.
"Entre todos están haciendo un zoo", se
lamentaban en 1998. "Ni V. ni N. solo B., pero también con catalanes",
rezaba la esquela en el convulso 1999, criticando quizá al técnico Van
Gaal, al presidente Nuñez y los fichajes extranjeros. "No es eso, no es
eso, por lo que luchamos tanto tiempo", añadían con el cambio de siglo.
Más
duro fue el trauma que refleja la marcha del ídolo Luis Figo al Madrid
("Tuvimos un traidor afectivamente") o los deprimentes y caóticos años
sucesivos de presidencia de Joan Gaspart ("Cada vez se hace más difícil
ponerte al día de cómo vamos. Esto es un tiovivo").
También
se pueden intuir la confrontación entre Joan Laporta y Sandro Rosell en
2005 ("Ni las revueltas en la Junta nos harán perder la ilusión y la
alegría") o la expectación generada por Pep Guardiola. "Ya tenemos dos y
vamos hacia la tercera (Champions)".
La magia de Messi
y el arte de Iniesta y compañía también quedan reflejados. "Mira por
donde que, gracias a los poetas, somos el mejor equipo del mundo. Es
mágico, disfrutamos y no padecemos", le dicen en 2009, mientras que en
2010 celebran "la humildad y el trabajo bien hecho que nos han llevado a
la excelencia, lo que nunca nadie ha hecho" o, en 2012, el "sueño hecho
en realidad en Wembley".
Esta mañana, nuevamente, una pequeña esquela ha aparecido incrustada en tinta entre las muchas del día.
Lejos
de lamentos, simplemente relatan a su Pere el goce de la última
exhibición ante el Getafe a las doce del mediodía del último domingo,
como una conversación de sobremesa con aquel "nene" que nunca se marchó.
"En
el hora del Angelus también hacemos maravillas, repartimos caramelos y
disfrutamos de la belleza. Por cierto, nene, que ni blanco, ni naranjas,
solo color azulgrana. Tal como está el patio, suerte que nos queda
nuestro B. Que es legal y auténtico". Y el remate que, como cada 14 de
febrero, nunca falta: "Este año también. Os queremos y no os olvidamos".
Este año hemos podido leer: "Gracies Tito, adeu Rosell, endevant Bartu. Per cert nen 'per 1' no. Este año si. Os queremos y no os olvidamos"
Soprendentemente parece que es una despedida para Tito (qepd) como una premonición a lo que ha ocurrido y la despedida también de Valdes, en el próximo junio. Ahora veremos si ganamos la liga