Pep Guardiola tenía en su habitación un poster de Michel Platini. Cuando
Pep era recoge pelotas en el Barça-Juve (quien no recuerda su imagen en
la posterior elimanotoria contra el Goteborg, junto a Victor Muñoz) vio
el hueco para pedirle el autógrafo justo a la entrada de los
vestuarios. Salieron casi todos menos el francés.
- "¿Será que no todos los jugadores son iguales?", pensó.
Fue una lección que luego aplicaría. Guillermo Amor fue su espejo mientras crecía en La Masía, una especie de hermano mayor. Pep iba dos horas antes de su propio entrenamiento para verlo en las prácticas:
- "Me fijaba en su actitud, porque las afrontaba todas como si se jugara la vida".
En esos tiempos, Pep ya se la pasaba hablando de fútbol en los viajes por todos los pueblos. Muy observador, aprendía de todos. Ya lo contó cuando estuvo en la Argentina:
- "Hay que robar, robar y robar".
Una vez les pidió a sus compañeros que repitieran una jugada de pelota parada que había visto practicar al filial el fin de semana anterior. Terminó en gol y el entrenador preguntó a quién se le había ocurrido la idea. Pep levantó la mano: la había copiado de los mayores. Tenía 15 años.
- "¿Será que no todos los jugadores son iguales?", pensó.
Fue una lección que luego aplicaría. Guillermo Amor fue su espejo mientras crecía en La Masía, una especie de hermano mayor. Pep iba dos horas antes de su propio entrenamiento para verlo en las prácticas:
- "Me fijaba en su actitud, porque las afrontaba todas como si se jugara la vida".
En esos tiempos, Pep ya se la pasaba hablando de fútbol en los viajes por todos los pueblos. Muy observador, aprendía de todos. Ya lo contó cuando estuvo en la Argentina:
- "Hay que robar, robar y robar".
Una vez les pidió a sus compañeros que repitieran una jugada de pelota parada que había visto practicar al filial el fin de semana anterior. Terminó en gol y el entrenador preguntó a quién se le había ocurrido la idea. Pep levantó la mano: la había copiado de los mayores. Tenía 15 años.