Joan Gaspart
era el nuevo presidente del Barça tras las elecciones celebradas el 23
de julio del 2003 y que registraron una participación, inesperadamente
elevada, de 45.888 socios, casi el 50%. Joan Gaspart, que durante
veintidós años ha sido vicepresidente con Joseph Lluís Núñez, reunió
25.181 votos (el 54,87%) frente a 19.791de su
oponente, Lluís Bassat (43,13%).
Tras ganar declaraba ante la prensa:
“Haré todo lo que esté en mi mano para que el Barça sea una gran familia”,
dijo y reiteró lo prometido en la campaña: que hoy mismo llamará a
Pujol y al alcalde Clos poniendo el club a disposición del país y la
ciudad pero exigiendo también colaboración. Fue respetuoso con el
recuerdo de Núñez pero pero dijo: “ que empieza una nueva era y que garantiza la renovación que requiere el Barça del siglo XXI”
Schuster que apoyaba a Gaspart declaraba ante la prensa: “Lo
conozco desde hace muchos años, sé cómo es y refleja mucho lo que es el
Barça. Este no es un club cualquiera, es muy especial.” Aseguró no haber pensado en ser algún día técnico del Barça. “He venido para apoyar a Gaspart”.
Una
de las anécdotas de la jornada electoral ocurrió en la mesa 4, donde el
presidente se oponía a dejar votar al socio 3.823, número del carnet
cuyo titular es el presidente
de la Generalitat. Jordi Pujol no
portaba su carnet de identidad, un requisito establecido por la mesa
electoral para comprobar la personalidad del elector, pero ante la
insistencia del president, que argumentaba que ya le acreditaba su
carnet de socio, el responsable de la urna cedió en su resistencia.
En
el momento en el que Cruyff introdujo el voto en la urna, entre más
aplausos y gritos de “Johan, Johan”. Apenas pudo decir unas palabras,
empujado por la multitud concentrada en el pasillo. “¿Quién ganará?” “No lo sé. Ha venido mucha gente y eso es bueno. Esto es una fiesta, que es loimportante. Yo he venido a votar.”
Ya
no pudo continuar. Empujones, gritos... esquizofrenia colectiva. Bassat
y Cruyff fueron llevados en volandas por los guardias de seguridad
hasta la salida del Miniestadi, donde aguardaban los detractores.
En
un momento dado, Joan Gaspart apareció por detrás del holandés y le
cogió del brazo, mientras le gritaba “Johan, Johan”. Cruyff se giró, le
miró, se soltó con brusquedad
y siguió adelante. La crispación había subido de tono y los gritos de “pesetero, pesetero”, ¿“quieres la llave de la caja?” se intensificaron. “Los míos son de verdad, los otros están pagados”,
referiendose a estos últimos y como si fuera el Flautista de Hamelín,
arrastraba tras de si a una multitud de personas, de los suyos y de los
otros, que le siguieron hasta el coche.
El
presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, socio 4.314, hizo un
paralelismo con Núñez sobre la duración de sus respectivos mandatos y
lamentó el adiós del presidente azulgrana:
“Me
sabe mal que se vaya, porque ha sido un gran presidente. Lo ha hecho
muy bien, pero 22 años son muchs años.Yo me iré el año que viene,
después de 21 años, y en este sentido nos parecemos bastante”.
Núñez
paseo por todas las mesas recibiendo los aplauso y los abrazos de los
socios y simpatizantes... abandonar la presidencia del club.
“Siempre he sabido muy bien lo que estaba haciendo”, dijo. “Está
muy bien que los socios se comprometan a votar. Así se defiende la
filosofía del club y se demuestra que la entidad pertenece a ellos.” Como pudo, eludió el asunto Figo: “El club es demasiado importante para hablar de un solo jugador”. Aunque también alguno que le recrimino: “Gracias a Dios que se va, ¡ya era hora!”. Núñez respondió con una sonrisa y un amago de abrazo-colleja.
Amor,
que le vio venir en la distancia, esquivó al ex presidente con una
finta antológica. El antiguo capitán se metió en los lavabos para evitar
el cruce. “El voto es secreto, por eso me llevé la papeleta al servicio”, respondió Amor
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