El 28 de mayo de 1989, se jugaba en el Palau el partido decisivo de la liga ACB. El Real Madrid peleó duro y se quedaba otra vez a las puertas de la gloria, que fue para los blaugrana, estos jugaron con muchisimo corazón y bastante cabeza en los minutos finales. El héroe fue "SuperEpi". Su imagen, agitando una toalla animando a un Palau entregado, es historia de la competición. Epi se tomaba la deseada venganza y quiso dar a Petrovic de su propia medicina. Cabriolas, puños al cielo, celebraciones lindando lo extradeportivo… El Súper se transformó y festejó como nunca la liga. Ya en los vestuarios, declaraba que:
- "no volveré a comportarme así. Pero he querido anticiparme a Petrovic en la exteriorización de la alegría porque de lo contrario podría habernos afectado negativamente".
El Madrid acabó con seis eliminados. El balance de faltas fue 19-40. El árbitro Neyro, en el ojo del huracán y desde Madrid solo se hablaba de robo, cuando había ganado el mejor. Un Madrid que dependía de Drazen Petrovic y que en el partido decisivo solo anoto 14 puntos, perjudico al equipo blanco. "Atomic Dog" Norris y "Jimix" (Andres Jimenez) con 21 pts estuvieron a la altura, en el equipo blanco solo se salvaron Biriukov y Cargol
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