Nunca un cartel publicitario fue tan acertado. "Que sea lo que Dios
quiera" rezaba el anuncio del CD Leganés para la cita ante el Barcelona
en Butarque, el 17 de septiembre de 2061. Así fue. Dios quiso que
ganaran los culés. Que ganaran con clarida (1-5) y que por muchas
dificultades que pudieran crear los de Garitano, los blaugranas
volvieran a la senda de la victoria de forma brillante. Luis Enrique
revolucionó el equipo y su equipo contestó revolucionando el marcador,
la semana anterior habían perdido en el Camp Nou ante el CD Alaves. Es
cierto que hubo errores y problemas, pero los culés ven soluciones en
las dificultades que le crea el rival. Si los locales salieron salieron a
presionar en el campo rival, con la idea de no dejar pensar a los
centrales culés y buscando que el Barça tuviera que recurrir al balón
largo para crear acciones de ataque, los visitantes vieron un mundo de
posibilidades en los metros que dejaba la zaga pepinera y su portero.
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