El 15 de febrero de 1959. Partido agónico disputado en el Palacio de
Deportes de Barcelona, de emociones extremas y que no se decidió hasta
el último segundo. El Real Madrid acariciaba la victoria pero el FC
Barcelona remontó y llegó a los últimos segundos a uno de distancia. En
la última jugada del encuentro, Jordi Bonareu recibió falta personal y
el destino del partido estaría en sus manos. El primer tiro libre entró.
El segundo, con un silencio angustioso en las gradas y que incluso
recogen las crónicas de la época, también entreo, el Barcelona se
imponía al quinteto blanco 49-48 y el Barça celebraba una de sus
primeras grandes gestas historicas en este deporte.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada