El 17 de septiembre de 1986, el Barcelona jugaba en Vlora (Albania),
ante el Flamurtari. Sorprendentemente los 250 acompañantes a la
expedición blaugrana fueron recibidos con una ovación, cuando entraron
en el estadio antes de la hora fijada para el encuentro. A cada uno de
ellos se les regalo un ramo de flores. Lo sorprendente es que las
miradas de los aficionados locales estaban puestas en las "seguidoras"
blaugrana. Estas estaban bastante incomodas por despertar tanta
atención, solo acertaron poco despues cual era el motivo real de esa
"especial" atención. Y es que en el Estadio de Vlora, no había ni una
mujer. Ellas pasaron a la historia de Albania, por ser las primeras
mujeres que acudían a un partido de fútbol. El equipo balugrana
finalmente solo pudo empatar con el equipo local, a pesar de que ellos
se adelantaron en el marcador a falta de 25 minutos para la finalización
del mismo y a solo cinco minutos de final se empataba. La temperatura
fue elevadísima durante todo el encuentro, que se jugó a pleno sol, a
partir de la 16.30 horas, ya que, por aquellos días el estadio carecía
de iluminación artificila
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