El Barcelona seguía buscano un delantero para HH, ante las
complicaciones de Irrigibel, el Osasuna metido en la lucha por el
ascenso no estaba en la labor de desprenderse a su hombre gol y en el
mercado internacional. Solo los nombres del exjugador Krankl, Claudio
Sulser y de Keest Kist, podían ser los refuerzos. El problema radicaba
en que la vuelta del austríaco representaba, sin duda, una serie de
problemas psicológicos (Krankl) o de prestigio (Rifé) por los problemas
que había habido esa temporada con el técnico. Por ello su vuelta fue
momentáneamente aplazada. El fracaso de Roberto "Dinamita" hacía que la
Junta Directiva no estuviera convencido en la incorporación de un
jugador y queria mantener la plantilla, a la largas sería perjudicial
para el club.
El que más números tuvo de viajar fue Keest Kist. Se trataba del primer
neerlandés que ganaba la preciada "Bota de Oro" y el gran mérito de esa
conquista radica en que lo hizó jugando con el modesto AZ Alkmaar. Kist
llegó al conjunto del Alkmaar en 1972 y en su quinta temporada le
comenzó a darle batalla a los legendarios Willy van der Kuijlen y Ruud
Geels goleadores de los poderosos PSV y Ajax. Entre 1977 y 1980 Kist,
escribió su nombre entre los mejores anotadores de la Eredivisie y en
las dos últimas campañas de ese lapso culminó como el ariete más
efectivo. A pesar de ser el máximo anotador europeo, la liga no se le
dio hasta que el AZ Alkmaar la ganó en 1981.
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