Ocurrio en 1995 (aunque salio publicado el 25 de noviembre de ese mismo
año). Un carnet de socio del FC Barcelona conseguía abrir las fronteras
con Chechenía. Después de que las tropas rusas que custodiaban el paso
fronterizo hubieran rechazados todos los documentos oficiales,
credenciales diplomáticas, visados y autorizaciones.
El suceso, fue relatado por un miembro responsable de aquella expedición, Judith Aixela, con quien se pueso en contacto la Fundació d’Antics Jugadors del FC Barcelona, para el envío de material deportivo a Bosnia. Según explicaba Sigfrid Grácia y Joan Rovira, miembros de la junta de los veteranos del Barça, que estuvieron en Tarragona para los preparativos, Judith se encontró en la primera línea de combate en Chechenia con la intransigencia de las tropas rusas a dejar pasar un envio humanitario. Por mas que mostraron a las autoridades militares documentación y autorizaciones, éstas se negaban a dejarles paso. Mientras discutian acaloradamente, uno de los conductores que debió identificarse buscó el pasaporte y, al enseñarlo junto a su documentación personal, se le cayó al suelo el carnet de socio del Barça. Cuando los guardias lo vieron y, tras confirmar que se trataba en realidad de personas que conocian el Barça cambiaron radicalmente de actitud y comenzaron a gritar:
- "Son del Braça, son del Barça"
Entonces se produjo como un pequeño milagro y no sólo retiraron las alambradas para que el convoy pudiera seguir, sino que entre aplausos y admiración le facilitaron el paso por la frontera. Y es que el Barça, es "mes que un club" y no solo aqui
El suceso, fue relatado por un miembro responsable de aquella expedición, Judith Aixela, con quien se pueso en contacto la Fundació d’Antics Jugadors del FC Barcelona, para el envío de material deportivo a Bosnia. Según explicaba Sigfrid Grácia y Joan Rovira, miembros de la junta de los veteranos del Barça, que estuvieron en Tarragona para los preparativos, Judith se encontró en la primera línea de combate en Chechenia con la intransigencia de las tropas rusas a dejar pasar un envio humanitario. Por mas que mostraron a las autoridades militares documentación y autorizaciones, éstas se negaban a dejarles paso. Mientras discutian acaloradamente, uno de los conductores que debió identificarse buscó el pasaporte y, al enseñarlo junto a su documentación personal, se le cayó al suelo el carnet de socio del Barça. Cuando los guardias lo vieron y, tras confirmar que se trataba en realidad de personas que conocian el Barça cambiaron radicalmente de actitud y comenzaron a gritar:
- "Son del Braça, son del Barça"
Entonces se produjo como un pequeño milagro y no sólo retiraron las alambradas para que el convoy pudiera seguir, sino que entre aplausos y admiración le facilitaron el paso por la frontera. Y es que el Barça, es "mes que un club" y no solo aqui
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