Uno de los fichajes más caro de la historia del Barcelona en la época de
Joan Gaspart y que pagó al Arsenal 4.800 millones de pesetas, respondía
al nombre de Marc Overmars, un extremo holandés que demostró su clase
en el Camp Nou a cuenta gotas. Es más se le recuerda más por sus
despistes, que por lo que aporto en aquellas cuatro temporadas en las
que permaneció en el club blaugrana (2000-04)
- Pero Overmar, si parecia bueno con sus despistes, incluso en el vestuario se le llego a conocer como "El Empanao". Es tan despistado que un día se fue a casa olvidando a su esposa en el garaje del Camp Nou.
- También fue capaz de intentar levantar el ánimo a sus compañeros, tras ser eliminados de la Copa por el Figueres, al grito de "no pasa nada, en la vuelta remontamos", cuando la eliminatoria se jugaba a partido único.
- O de sentarse en el banquillo con chancletas en los pies, para desespero del técnico, que, al ordenarle que efectuara ejercicios de calentamiento, descubrió que se había dejado las botas en el vestuario.
- En otra, tras comparecer en la sala de prensa, le preguntaron qué pensaba sobre la situación del Barça, clasificado undécimo en la Liga y en plena crisis goleadora. Para sorpresa general, Overmars comenzó su análisis con un "estamos a siete puntos del líder"... hasta que un periodista lo sacó de su error, diciéndole que en realidad esos puntos con respecto al Valencia son diez. Enterado de la distancia con respecto al primer clasificado, Overmars hizo un gesto de preocupación.
- Marc Overmars acaba de llegar al Barça. Se conoce que las instalaciones eran un laberinto insalvable para él. Buscaba el vestuario pero acaba en la sala de prensa no
sin antes tropezar con un escalón.
- Más tarde, la adaptación al medio de Marc, ya es buena pero un día le sorprenden inspeccionando la parte trasera de uno de los cuadros que hay repartidos por el club. ¿Qué miraba? Sólo él lo sabe
- En los viajes, con especial soltura en los aeropuertos, Marc se distraía robando carteras y móviles de compañeros. Afortunadamente es olvidadizo pero honrado y lo
devuelve todo, siempre.
- Pero Overmar, si parecia bueno con sus despistes, incluso en el vestuario se le llego a conocer como "El Empanao". Es tan despistado que un día se fue a casa olvidando a su esposa en el garaje del Camp Nou.
- También fue capaz de intentar levantar el ánimo a sus compañeros, tras ser eliminados de la Copa por el Figueres, al grito de "no pasa nada, en la vuelta remontamos", cuando la eliminatoria se jugaba a partido único.
- O de sentarse en el banquillo con chancletas en los pies, para desespero del técnico, que, al ordenarle que efectuara ejercicios de calentamiento, descubrió que se había dejado las botas en el vestuario.
- En otra, tras comparecer en la sala de prensa, le preguntaron qué pensaba sobre la situación del Barça, clasificado undécimo en la Liga y en plena crisis goleadora. Para sorpresa general, Overmars comenzó su análisis con un "estamos a siete puntos del líder"... hasta que un periodista lo sacó de su error, diciéndole que en realidad esos puntos con respecto al Valencia son diez. Enterado de la distancia con respecto al primer clasificado, Overmars hizo un gesto de preocupación.
- Marc Overmars acaba de llegar al Barça. Se conoce que las instalaciones eran un laberinto insalvable para él. Buscaba el vestuario pero acaba en la sala de prensa no
sin antes tropezar con un escalón.
- Más tarde, la adaptación al medio de Marc, ya es buena pero un día le sorprenden inspeccionando la parte trasera de uno de los cuadros que hay repartidos por el club. ¿Qué miraba? Sólo él lo sabe
- En los viajes, con especial soltura en los aeropuertos, Marc se distraía robando carteras y móviles de compañeros. Afortunadamente es olvidadizo pero honrado y lo
devuelve todo, siempre.
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