El calor era agobiante y el trajín aumentaba la asfixia. Además la
llegada de directivos como Montañola, Tusquets, Pulido y Arnan más tarde
vendrían Casals y Chicote y parte de los jugadores que habían acudido a
cobrar y recibir las úitimas instrucciones antes de las vacaciones.
Schuster y Simonsen no coincidirían con
Maradona por poco.
Se les vio sonrientes ante el maremágnum, Victor, Artola, Olmo sí tuvieron ocasión de saludar a Dieguito. Un ihola! cariñoso. Carrasco, Landáburu, Gerardo también hicieron acto de presencia y el mauritan provocó la carcajada general al decir en voz alta: "Igual que cuando yo vine!!
El jefe de prensa blaugrana, Ricardo Maxenchs, se apiadó del personal y se abrió la "sancta santórum". En realidad solo se entreabrió. Ya sólo faltaba una puerta para acceder a la sala de juntas. Los reporteros gráficos fueron quienes primero recibieron el permiso.
Eran las 13.00 h una cuando firmaba el número uno. Todo el mundo quería la instantánea de Maradona bolígrafo en ristre. Los flashes relampagueaban. Lo que no hubo fueron cámaras de televisión. Las relaciones Barca-TVE andaban por aquellos días un poco frías. Un canal brasileño que pretendio filmar, tampoco obtuvo el visto bueno. Dos mil quinientos dólares (más de 250.000 pesetas) tuvieron la culpa. Después, sin embargo, entrevistarían a Dieguito en su visita al Camp Nou
Maradona por poco.
Se les vio sonrientes ante el maremágnum, Victor, Artola, Olmo sí tuvieron ocasión de saludar a Dieguito. Un ihola! cariñoso. Carrasco, Landáburu, Gerardo también hicieron acto de presencia y el mauritan provocó la carcajada general al decir en voz alta: "Igual que cuando yo vine!!
El jefe de prensa blaugrana, Ricardo Maxenchs, se apiadó del personal y se abrió la "sancta santórum". En realidad solo se entreabrió. Ya sólo faltaba una puerta para acceder a la sala de juntas. Los reporteros gráficos fueron quienes primero recibieron el permiso.
Eran las 13.00 h una cuando firmaba el número uno. Todo el mundo quería la instantánea de Maradona bolígrafo en ristre. Los flashes relampagueaban. Lo que no hubo fueron cámaras de televisión. Las relaciones Barca-TVE andaban por aquellos días un poco frías. Un canal brasileño que pretendio filmar, tampoco obtuvo el visto bueno. Dos mil quinientos dólares (más de 250.000 pesetas) tuvieron la culpa. Después, sin embargo, entrevistarían a Dieguito en su visita al Camp Nou
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