Para esta história debemos trasladarnos a 1946. El Real Madrid no
atraviesa por sus mejores momentos y en una temporada está a punto de
irse a Segunda División (1942/43, en la anterior había sido el Barça
quien las había pasado canutas jugando incluso la promoción contra el
Real Murcia). Entre las carencias de la plantilla blanca se encuentra la
de un interior derecho, por aquellos días se jugaba con dos interiores,
dos extremos y un delantero centro, o sea, una delantera de cinco. Y
Bernabeú se había fijado en Luis Molowny, que jugaba en la Unión
Deportiva Las Palmas. Claro, que no sólo el Madrid había reparado este
jugador. Todos los equipos de la primera división andaban tras sus
pasos.
Un día, Bernabéu coge un tren para ir a Barcelona a ver a su equipo. El convoy hace una de sus múltiples paradas en Reus y don Santiago aprovecha para bajar y comprar "La Vanguardia" y se encuentra con la noticia de que un emisario del Barcelona ha salido rumbo a Las Palmas para fichar a Molowny. No se sabe por qué motivo, el representante culé hizo el viaje en barco (sospecho que para evitar sorpresas en la escala que se debía hacer en Madrid y evitar a los periodistas), hecho providencial porque la larga travesía Barcelona-Las Palmas dejaba margen de maniobra a Bernabéu.
Sin embargo, no había tiempo que perder. Bernabeu busca un teléfono, llama al club y habla con el secretario técnico, a la sazón, Jacinto Quincoces. Le dice algo así como: "Jacinto, agarra un maletín, mete 100.000 pesetas en billetes nuevos, coge el primer avión para Las Palmas y ficha a Molowny". Quincoces le pregunta poco más o menos que si se ha vuelto loco y Bernabéu le replica: "tú fíchale y déjate de hostias. Ya hablaremos".
Quincoces se dirige raudo a Barajas y coge el primer vuelo a Canarias. Le da tiempo incluso a ver un partido donde Molowny juega y lo hace rematadamente mal. Quincoces antes de la operación, llama a Bernabéu y le dice que si no se estarán precipitando y don Santiago le repite: "fíchale y déjate de hostias". Cuando el pobre emisario del Barcelona llega por fin a las costas de Gran Canaria sólo le da tiempo a ver anunciado en los periódicos el fichaje de Molowny por el Madrid, registrado dos días antes de su llegada. Aunque se habla de 100.000 ptas, la realidad es que su fichaje costó alrededor de las 250.000 ptas de 1946, una verdadera fortuna para aquellos días de la postguerra
Cuestiones del destino, a Molowny le toca debutar contra el Barcelona en el estadio del Metropolitano (cedido por el Atlético por encontrarse Chamartín en construcción). Gana el Madrid por 1-0. ¿Adivinan quién marcó? Luis Molowny, "El Mangas", apodado así porque jugaba con los puños de la camiseta cogidos por los dedos al no estar acostumbrado al frío de la capital, por lo que las mangas de la zamarra acababan dadas de sí. Después, Molowny sería todo un referente para el Madrid de la época pre-Di Stéfano. Su historia más reciente es ya conocida por todos. Esas son las cosas del destino, claro que tampoco significo que el Madrid ganara la liga hasta la temporada 1953/54, casi ocho años después
Bernabeu cada vez que relataba el fichaje, a modo de corolario: "si aquel día no me bajo en Reus la cagamos". Eso son las cosas del destino, que a veces "navega" en contra tuya
Un día, Bernabéu coge un tren para ir a Barcelona a ver a su equipo. El convoy hace una de sus múltiples paradas en Reus y don Santiago aprovecha para bajar y comprar "La Vanguardia" y se encuentra con la noticia de que un emisario del Barcelona ha salido rumbo a Las Palmas para fichar a Molowny. No se sabe por qué motivo, el representante culé hizo el viaje en barco (sospecho que para evitar sorpresas en la escala que se debía hacer en Madrid y evitar a los periodistas), hecho providencial porque la larga travesía Barcelona-Las Palmas dejaba margen de maniobra a Bernabéu.
Sin embargo, no había tiempo que perder. Bernabeu busca un teléfono, llama al club y habla con el secretario técnico, a la sazón, Jacinto Quincoces. Le dice algo así como: "Jacinto, agarra un maletín, mete 100.000 pesetas en billetes nuevos, coge el primer avión para Las Palmas y ficha a Molowny". Quincoces le pregunta poco más o menos que si se ha vuelto loco y Bernabéu le replica: "tú fíchale y déjate de hostias. Ya hablaremos".
Quincoces se dirige raudo a Barajas y coge el primer vuelo a Canarias. Le da tiempo incluso a ver un partido donde Molowny juega y lo hace rematadamente mal. Quincoces antes de la operación, llama a Bernabéu y le dice que si no se estarán precipitando y don Santiago le repite: "fíchale y déjate de hostias". Cuando el pobre emisario del Barcelona llega por fin a las costas de Gran Canaria sólo le da tiempo a ver anunciado en los periódicos el fichaje de Molowny por el Madrid, registrado dos días antes de su llegada. Aunque se habla de 100.000 ptas, la realidad es que su fichaje costó alrededor de las 250.000 ptas de 1946, una verdadera fortuna para aquellos días de la postguerra
Cuestiones del destino, a Molowny le toca debutar contra el Barcelona en el estadio del Metropolitano (cedido por el Atlético por encontrarse Chamartín en construcción). Gana el Madrid por 1-0. ¿Adivinan quién marcó? Luis Molowny, "El Mangas", apodado así porque jugaba con los puños de la camiseta cogidos por los dedos al no estar acostumbrado al frío de la capital, por lo que las mangas de la zamarra acababan dadas de sí. Después, Molowny sería todo un referente para el Madrid de la época pre-Di Stéfano. Su historia más reciente es ya conocida por todos. Esas son las cosas del destino, claro que tampoco significo que el Madrid ganara la liga hasta la temporada 1953/54, casi ocho años después
Bernabeu cada vez que relataba el fichaje, a modo de corolario: "si aquel día no me bajo en Reus la cagamos". Eso son las cosas del destino, que a veces "navega" en contra tuya
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