dijous, 9 d’octubre del 2014

Cap. 526: Avalancha en les corts 1952 (I)

Dos victimas mortales, como "minimo", causo la avalancha que se produjo en el derbi de Les corts el 14 de diciembre de 1952, nunca se ha sabido la verdad de los heridos y fallecidos en aquel suceso
El periodico "La Vanguardia" en su edicion del dia antes el 17 de diciembre de 1952 daba cuenta de esos fallecimientos "oficiales" en una columna de breves sucesos. Hablaba del fallecimiento de uno de los heridos en el Camp de Les Corts, en la clinica del Doctor Masoliver había fallecido tres días después... Enrique Barbera de 66 años de edad, a consecuencia de las lesiones sufridas el domingo en el campo de les corts, durante el partido Barcelona-Español, al ceder una valla de contencion del publico en la parte gol sur, el juzgado de guardia ha dispuesto la conduccion del cadaver al deposito, uniendose esta diligencia al sumario que con motivo del citado suceso tramita el juzgado numero 17. El fallecido en el acto era Mario Sans, ?¿como murió?. En aquellos tiempos pasaban cosas muy dificil de contar en una prensa vigilada por la "Dictadura" y por la censura
Lo mas curioso de este caso es que ni Mario Sans, ni Enrique Barbera, los dos fallecidos documentados figuraban en la relacion oficial de 36 heridos en el suceso.

Aquel día trágico jugaron:

FC Barcelona - RCE Espanyol 2-1
Barcelona: Ramallets, Segarra, Biosca, Seguer, Flotats, Bosch, Hanke, Cesar, Basora, Moreno, Manchón.
Espanyol: Domingo, Argilés, Parra, Cata, Bolinches, Artigas, Arcas, Marcet, Mauri, Piquin, Egea.
Goles: 0-1 Mauri, 1-1 Hanke, 2-1 Moreno

Los hechos ocurrieron en un de los primeros ataques del Espanyol,  Julián Arcas lo sirvió en bandeja a Mauri, que fusiló a Ramallets. Y allí ardió Troya: toda la grada del gol sur se vino abajo, lo que provocó la reacción automática de los "grises", la policía armada.

Debieron creer que era invasión y se liaron a porrazos, aunque eso no era novedad, porque pegaban por cualquier cosa (no es que hayan cambiado mucho las cosas a día de hoy). Desde la huelga de tranvías del año antes casi todas las aglomeraciones terminaban a hostias. Pero ahí se pasaron, hasta se oyeron disparos y una bala perdida mató a un socio del Barça, Mario Sans Domingo.
Mientras en el gol sur reinaba la confusión, el resto del estadio empezó a gritar "Assassins, assassins!", hasta que el Gobernador Civil (Felipe Acedo Colunga) bajó al césped y dio la taxativa orden a la policía de que dejara de zurrar y colaborase con la Cruz Roja en la evacuación de los heridos.



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