El domingo 17 de septiembre llegaba a Barcelona un señor argentino,
totalmente desconocido, llamado Jorge López. No venía de vacaciones.
Llegaba acompañado por un niño de apenas 13 años acompañado de su padre.
Físicamente era muy pequeño, pero en el Barça tenían unos informes que
decían que tocaba el balón de maravilla.
Jorge, el niño y su padre se fueron del Aeropuerto de Barcelona al Hotel Plaza. Allí, en la habitación, pasaron con nervios las horas previas a las pruebas que realizaria el lunes 18 de septiembre, un día que tenía que ser muy importante, para este crio de apenas 13 años.
Ese lunes, Jorge acompañó al pequeño al Mini Estadi. Allí entrenaban los equipos inferiores del FC Barcelona y el crio estaba citado para pasar un primer entrenamiento con el equipo infantil barcelonista. Sobre el césped, nombres históricos del barcelonismo, como Rifé, Migueli, Costas o Asensi no se querían perder el primer entrenamiento de ese pequeñito que hacía 24 horas acababa de llegar desde Argentina y que decían que era tan bueno. Sentado en un banco a la espera de la prueba en los infantiles del Barcelona, sus pies no llegaban al suelo... apenas media 1,40 m de altura.
Pero no pudo realizar la prueba porque Carles Rexach -responsable de la cantera blaugrana- estaba ausente. El crio y su padre tenían que esperar hasta octubre, y volvieron al Hotel Plaza, el 23S pisó por primera vez el Camp Nou… como espectador.
Aquel día vieron el triunfo del Baçza sobre Racing (3-1) con doblete de Kluivert y un tanto de Overmars. Después de realizar las pruebas en octubre, ambos regresaron a Argentina.
Jorge, el niño y su padre se fueron del Aeropuerto de Barcelona al Hotel Plaza. Allí, en la habitación, pasaron con nervios las horas previas a las pruebas que realizaria el lunes 18 de septiembre, un día que tenía que ser muy importante, para este crio de apenas 13 años.
Ese lunes, Jorge acompañó al pequeño al Mini Estadi. Allí entrenaban los equipos inferiores del FC Barcelona y el crio estaba citado para pasar un primer entrenamiento con el equipo infantil barcelonista. Sobre el césped, nombres históricos del barcelonismo, como Rifé, Migueli, Costas o Asensi no se querían perder el primer entrenamiento de ese pequeñito que hacía 24 horas acababa de llegar desde Argentina y que decían que era tan bueno. Sentado en un banco a la espera de la prueba en los infantiles del Barcelona, sus pies no llegaban al suelo... apenas media 1,40 m de altura.
Pero no pudo realizar la prueba porque Carles Rexach -responsable de la cantera blaugrana- estaba ausente. El crio y su padre tenían que esperar hasta octubre, y volvieron al Hotel Plaza, el 23S pisó por primera vez el Camp Nou… como espectador.
Aquel día vieron el triunfo del Baçza sobre Racing (3-1) con doblete de Kluivert y un tanto de Overmars. Después de realizar las pruebas en octubre, ambos regresaron a Argentina.
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