Los blaugranas habían llegado a la final superando de forma muy
ajustada al CAI Zaragoza, mientras
los lituanos habían derrotado al Asvel de Villeurbane francés. Fue una final extraña. El Barcelona, que se aprovechó de la baja por lesión en el Zalguiris del mítico Iovaisha, jugó una primera parte demoledora.
Después de los 20 primeros minutos los de Manolo Flores ganaban 51-35 con un inconmensurable "Chicho" Sibilio, un gran alero que tenía la el "sanbenito" de no jugar bien los partidos importantes pero que durante los primeros minutos consiguió 25 puntos y ningún rival lo podía parar. También destacó la gran defensa de los dos pívots norteamericanos de aquellos momentos a Sabonis. Eran Mike Davis, un temperamental jugador que destacaba por su fortaleza y agresividad en defensa y Otis Howard, otro pívot que se mostró un coloso en la zona en aquel partido.
Pero en la segunda parte, otro de los grandes del Zalguiris (Kurtinaitis) entró en el partido y empezó a encestar desde posiciones inverosímiles además de transformar seis triples. Por suerte para el Barcelona, otro de los grandes jugadores del baloncesto soviético, Homicius, no estuvo fino a lo largo del partido y solamente anotó seis puntos.
Sibilio se apagó en la segunda parte pero apareció el gran capitán, Juan Antonio San Epifanio "Epi", un jugador que nunca fallaba en las finales, y el base Nacho Solozábal. Davis se cargó peligrosamente de faltas personales y Sabonis parecía que entraba en el partido. El Zalguiris se acercó 63-61 a falta de ocho minutos para acabar el partido, pero los barcelonistas volvieron a despegarse (69-61) gracias a la gran defensa del "Lagarto" De la Cruz a Sabonis. Pero Kurtinaitis endosó dos triples que hicieron mucho daño al Barcelona y parecía que les pesaba mucho la tensión de ganar aquella final.
Faltaba un minuto para finalizar (75-73) y Sabonis colocó un tapón que dio la posesión a su equipo. A falta de 26 segundos, Kurtinaitis hizo la última jugada de su equipo. Parecía que podía buscar el triple pero decidió penetrar a la zona del Barça para forzar la prórroga. Su lanzamiento lo escupió el aro y el rebote lo capturó el Barcelona mientras que el "Lagarto" De la Cruz machacaba el aro sovietico en el último segundo para poner el 77-73 final.
Fueron momentos apoteósicos ya que significaba el primer título europeo del FC Barcelona. Invasión de pista -cosa que actualmente ya no se ve en los pabellones deportivos-, bengalas, banderas catalanas y azulgranas y un júbilo que exteriorizó como siempre el que era en aquellos momentos presidente del club, José Luis Núñez. Los 5.000 aficionados del Barcelona disfrutaron de lo lindo esta Recopa. Después llegaría otra Recopa, una Copa Korac y después de intentar ganar la Copa de Europa de baloncesto en numerosas ediciones, la consiguió en el Palau Sant Jordi de Barcelona contra el Benetton de Treviso. Ahora es uno de los grandes del baloncesto europeo.
los lituanos habían derrotado al Asvel de Villeurbane francés. Fue una final extraña. El Barcelona, que se aprovechó de la baja por lesión en el Zalguiris del mítico Iovaisha, jugó una primera parte demoledora.
Después de los 20 primeros minutos los de Manolo Flores ganaban 51-35 con un inconmensurable "Chicho" Sibilio, un gran alero que tenía la el "sanbenito" de no jugar bien los partidos importantes pero que durante los primeros minutos consiguió 25 puntos y ningún rival lo podía parar. También destacó la gran defensa de los dos pívots norteamericanos de aquellos momentos a Sabonis. Eran Mike Davis, un temperamental jugador que destacaba por su fortaleza y agresividad en defensa y Otis Howard, otro pívot que se mostró un coloso en la zona en aquel partido.
Pero en la segunda parte, otro de los grandes del Zalguiris (Kurtinaitis) entró en el partido y empezó a encestar desde posiciones inverosímiles además de transformar seis triples. Por suerte para el Barcelona, otro de los grandes jugadores del baloncesto soviético, Homicius, no estuvo fino a lo largo del partido y solamente anotó seis puntos.
Sibilio se apagó en la segunda parte pero apareció el gran capitán, Juan Antonio San Epifanio "Epi", un jugador que nunca fallaba en las finales, y el base Nacho Solozábal. Davis se cargó peligrosamente de faltas personales y Sabonis parecía que entraba en el partido. El Zalguiris se acercó 63-61 a falta de ocho minutos para acabar el partido, pero los barcelonistas volvieron a despegarse (69-61) gracias a la gran defensa del "Lagarto" De la Cruz a Sabonis. Pero Kurtinaitis endosó dos triples que hicieron mucho daño al Barcelona y parecía que les pesaba mucho la tensión de ganar aquella final.
Faltaba un minuto para finalizar (75-73) y Sabonis colocó un tapón que dio la posesión a su equipo. A falta de 26 segundos, Kurtinaitis hizo la última jugada de su equipo. Parecía que podía buscar el triple pero decidió penetrar a la zona del Barça para forzar la prórroga. Su lanzamiento lo escupió el aro y el rebote lo capturó el Barcelona mientras que el "Lagarto" De la Cruz machacaba el aro sovietico en el último segundo para poner el 77-73 final.
Fueron momentos apoteósicos ya que significaba el primer título europeo del FC Barcelona. Invasión de pista -cosa que actualmente ya no se ve en los pabellones deportivos-, bengalas, banderas catalanas y azulgranas y un júbilo que exteriorizó como siempre el que era en aquellos momentos presidente del club, José Luis Núñez. Los 5.000 aficionados del Barcelona disfrutaron de lo lindo esta Recopa. Después llegaría otra Recopa, una Copa Korac y después de intentar ganar la Copa de Europa de baloncesto en numerosas ediciones, la consiguió en el Palau Sant Jordi de Barcelona contra el Benetton de Treviso. Ahora es uno de los grandes del baloncesto europeo.
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