En la temporada 1923/24, días antes de que comenzara el Campeonato de
Catalunya hubo un hecho
que no solo incidiría en la "Historia de España", sino también en la del club azulgrana, el Pronuciamiento militar del General Primero de Rivera, que propició la Dictadura, dentro del reinado de Alfonso XIII.
El Barça neuvamente se convertiria rápidamente en una entidad maldita y perseguida y más por su talante no solo democrático, sino por su catalanismo. No es de extrañar que la Junta presidida por Enric Cardona, previniendo males mayores hiciera un llamamiento a la afición para que se comportarse con la máxima corrección posible... Este es parte el manifiesto que hizo el club a los socios y aficionados al club... "Los momentos actuales , la trascendencia de los cuales se refleja en todos los ordenes de la vida, obligan a que los hombres se impogan un mayor cuidado en la exteriorización de sus sentimientos. Si a todos es pedida moderación, con mayor motivo habrá que solicitarla de los aficionados al fútbol, las expanciones de los cuales son provocadas por apasionamientos, a veces mal entendidos [...] Respondiendo añ estado general de disciplina y civismo, de cuyas virtudes tantas pruebas tienen dadas de los socios, espera confidamente el consejo Directivo que éstos sabran cumplir la misión que estan llamados a realizar, animando con su presencia y con el ordenado estímulo de sus aplausos, a los que con su esfuerzo han de recabar para el club los laureles deseados [...] Sobre todo a pesar de todo en la conciencia de los socios la idea de cualquier manifestación espontánea y apasionada podría suponer para el club un fuerte contratiempo [...]
Las celebraciones del triunfo en la Copa de España ante el Arenas de Getxo fue calificadas por el
Gobernador civil como "algo más" que unas celebraciones deportivas y que en el estadi se hacían apestas ilegales, por ello solicitó al gobierno la clausura del recinto. El Barça pudo demostrar su inocencia, pero una espada de Damocles, pendía de la cabeza del club... se buscaba una excusa para setenciarlo
que no solo incidiría en la "Historia de España", sino también en la del club azulgrana, el Pronuciamiento militar del General Primero de Rivera, que propició la Dictadura, dentro del reinado de Alfonso XIII.
El Barça neuvamente se convertiria rápidamente en una entidad maldita y perseguida y más por su talante no solo democrático, sino por su catalanismo. No es de extrañar que la Junta presidida por Enric Cardona, previniendo males mayores hiciera un llamamiento a la afición para que se comportarse con la máxima corrección posible... Este es parte el manifiesto que hizo el club a los socios y aficionados al club... "Los momentos actuales , la trascendencia de los cuales se refleja en todos los ordenes de la vida, obligan a que los hombres se impogan un mayor cuidado en la exteriorización de sus sentimientos. Si a todos es pedida moderación, con mayor motivo habrá que solicitarla de los aficionados al fútbol, las expanciones de los cuales son provocadas por apasionamientos, a veces mal entendidos [...] Respondiendo añ estado general de disciplina y civismo, de cuyas virtudes tantas pruebas tienen dadas de los socios, espera confidamente el consejo Directivo que éstos sabran cumplir la misión que estan llamados a realizar, animando con su presencia y con el ordenado estímulo de sus aplausos, a los que con su esfuerzo han de recabar para el club los laureles deseados [...] Sobre todo a pesar de todo en la conciencia de los socios la idea de cualquier manifestación espontánea y apasionada podría suponer para el club un fuerte contratiempo [...]
Las celebraciones del triunfo en la Copa de España ante el Arenas de Getxo fue calificadas por el
Gobernador civil como "algo más" que unas celebraciones deportivas y que en el estadi se hacían apestas ilegales, por ello solicitó al gobierno la clausura del recinto. El Barça pudo demostrar su inocencia, pero una espada de Damocles, pendía de la cabeza del club... se buscaba una excusa para setenciarlo
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