
Llego a tocar las piernas de Cruyff, que se incorporo al Barça ese mismo año 1973, pero paso el testigo a su hijo Angel, que ya estaba curtido en el futbol, primero como futbolista y despues como masajista, fueron 37 años ofrecidos al Barça. La familia blaugrana tributo un merecido homenaje a este hombre discreto que jamas rompio el secreto de confesion que debe reinar en un vestuario, su hijo Angel siguió por el mismo camino y tambien hace milagros, aunque ahora dispone de una tecnologia punta en la que no tiene cabida el agua milagrosa.
Cuentan que el gran Angel Mur (padre) muchas a veces, en los descansos de los partidos, preparaba café a algunos jugadores para que entraran en calor. No por el frío, sino por las heladas que les producían según que defensas contrarios. - "Coño: tómate ésto, y espabila".
Al café, don Angel, les echaba unas gotas de coñac, o de anis. Vaya, un carajillo. - "¿Qué es ésto?", le preguntaban sólo probarlo. - "Calla, bebe, y échale cojones".
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