El éxito actual del primer equipo del FC Barcelona se debe, en buena parte, a la calidad de los jugadores de la cantera blaugrana. Y es que desde su creación en 1901 hasta la actualidad, los filiales del Barça han protagonizado etapas esplendorosas y que ha confirmado siempre lo de cantera vs cartera.
El fútbol base del Barça comenzó a casi como la fundación del primer equipo. Ya en una fecha tan temprana como 1901, el secretario de la Junta Directiva y delantero del equipo Lluís d'Ossó impulsó el segundo equipo barcelonista, que consiguió varios triunfos. Con el tiempo se crearon también los terceros y cuartos equipos, con nombres tan curiosos como Acérrimos o Nueva Hermandad.
En 1918, Joan Ragué, secretario de la junta presidida por Joan Gamper, promovió la creación de los conjuntos juvenil e infantil. El húngaro Jesza Poszony fue el primer entrenador contratado para dirigir el fútbol base barcelonista, concretamente los cuartos equipos, que eran los que nutrían de jugadores del equipo amateur. Durante los años 20, el Barça de la la edad de oro, casi cien por ciento catalán, se mantuvo en la élite gracias a la aportación de las categorías inferiores, que llegaron a tener unos mil jóvenes futbolistas.
El fútbol base del Barça comenzó a casi como la fundación del primer equipo. Ya en una fecha tan temprana como 1901, el secretario de la Junta Directiva y delantero del equipo Lluís d'Ossó impulsó el segundo equipo barcelonista, que consiguió varios triunfos. Con el tiempo se crearon también los terceros y cuartos equipos, con nombres tan curiosos como Acérrimos o Nueva Hermandad.
En 1918, Joan Ragué, secretario de la junta presidida por Joan Gamper, promovió la creación de los conjuntos juvenil e infantil. El húngaro Jesza Poszony fue el primer entrenador contratado para dirigir el fútbol base barcelonista, concretamente los cuartos equipos, que eran los que nutrían de jugadores del equipo amateur. Durante los años 20, el Barça de la la edad de oro, casi cien por ciento catalán, se mantuvo en la élite gracias a la aportación de las categorías inferiores, que llegaron a tener unos mil jóvenes futbolistas.
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