Mala suerte la de Antonio Pinilla. El badalonés, autor de un gol legal
mal anulado que habría forzado la prórroga en la final de la Recopa de
Europa de 1991 ante el Manchester United, un año antes de Wembley, a
punto estuvo de darle al Barça el triunfo en el partido de homenaje del
sábado en el Camp Nou ante el Benfica. Su remate de cabeza, ya en la
segunda parte, conectado tras un precioso centro de un Jon Andoni
Goikoetxea que está hecho un chaval, se estrelló en el poste. Parece que
la suerte le sigue siendo escaba al bueno de Pinilla
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