Una de las pequeñas triquiñuelas ideadas para que no se notara tanto la
diferencia entre los cracks de 1992 y los de 2017, era el "achique" de
espacios que usaba Menootti, en otras épocas del club blaugrana. Ya
durante la preparación del homenaje se pactó que no se jugaría en las
medidas reglamentarias del Camp Nou. Al equipo que más le gustaba
ensanchar el campo para explotar su fútbol ofensivo le pintaron una
cancha de fútbol siete. Quedaba un último as en la manga: jugar con
ocho. Menotti, toma nota: eso sí fue un achique de espacios.
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