Johan Cruyff era un jugador que parecía llevar cosido el balón en los pies y sabía saltar a tiempo para no ser cazado, por aquellos defensas "duros" de la década de los '70. Pero también usaba su tretas para deshacerse de los rivales. Una de ellas, la aprendio Migueli y la utilizaba para cuando su marcador intentaba irse de él. De Johan explicaba el "Tarzán" que en los entrenamientos el "Flaco" solía deshacerse de él en carrera simplemete golpeándole la mano. Eso mismo hizo Migueli en aquel partido de la Copa de Europa (1986) en el Camp Nou, contra el FC Oporto, cuando un delantero portugués se coló en el área camino del gol: le golpeó la mano y cayó de bruces. El árbitro, atento a los pies de ambos, no vio falta y dejó seguir la jugada y es que Johan, fue un autentico "maestro" para sus compañeros y sus discipulos
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada