La final de la Copa de España que se disputo el 5 de mayo de 1984, que
tuvo un espectaculo con los jugadores de ambos equipos agrediendose.
Tuvo anteriormente unos tintes "trágicos". A las siete de la mañana en
Ledanca (Guadalajara). Cuando un camión del Ejercito de Tierra chocaba
lateralmente con un autocar de aficionados del Barça, pertenecientes a
la Penya Blaugrana Ramon Llorens de Rubi, que iban a Madrid, para
presenciar la final. El balance dejaba siete muertos, el soldado que
conducía el camión y seis peñistas (entre ellas una menor de apenas 3
años), además de cuarenta y nueve heridos de distinta consideración. La
noticia del drama cayó como una bomba en Madrid, causando la lógica
consternación entre los directivos barcelonistas. Inmediatamente, el
vicepresidente blaugrana, Josep Mussons, y el jefe de relaciones
públicas, Ricard Maxenchs, además de varios directivos, se trasladaron a
Guadalajara para aportar toda la colaboración del club. Nicolau Casaus,
deshecho, expresaba el gran dolor de toda la familia barcelonista, ante
esta terrible tragedia en una jornada que todos esperaban festiva. El
accidente se debió a un reventon de uno de los pneumáticos del camión,
perteneciente a la base militar de "El Goloso" (Madrid)
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