Hoy se cumplen 33 años de una ficha negra para el fútbol españool. El 1 marzo de 1981 (Domingo de Carnaval),
se producia el secuestro de Enrique Castro ‘Quini’, el delantero
centro del Barça, que conmocionó al barcelonismo, a todo el fútbol
español e incluso tuvo repercusión en todo el mundo futbolistico.
Tras 25 días de sufrimiento Quini seruia liberado por la policía en un
zulo
de Zaragoza en el que tres secuestradores le habían recluido.
Pocos días antes del secuestro, acababa de fracasar el golpe de Estado del 23-F y un débil Gobierno de Calvo Sotelo se sostenía a duras penas a la espera de unas próxima elecciones generales.
En medio de este caos tendría lugar el secuestro de unos de los futbolista más carismáticos y de mayor talento del fútbol español: Enrique Castro "Quini"
Ese dái, el Barça venció en el Camp Nou al Hércules de Alicante por un contundente 6-0, con una actuación estelar del delantero asturiano "Quini", que marcó dos goles.. Al terminar el partido, y antes de ir a buscar a su esposa al aeropuerto, Quini es abordado por dos individuos a punta de pistola que le hacen subir a su coche, que después abandonarían, y lo trasladaron en una furgoneta a un paradero desconocido.
La mujer de Quini, Mari Nieves, llega a El Prat y al no verle allí ni en su casa comienza a preocuparse. Avisa a la policía de lo ocurrido se teme que haya tenido un accidente de tráfico y este en un hospital ingresado.
La directiva del Barça, presidida por Núñez, se moviliza y lo pone en conocimiento del gobernador civil, Josep Cordech, que moviliza la Brigada de Investigación Criminal. Núñez, Gaspar, Segura y Alexanco pasan la noche en casa de los Castro. Se vive una madrugada llena de tensión y sin noticias del jugador
Al día siguiente a las 12.30 pm se presenta una denuncia oficial de desaparición del jugador. La noticia ya es pública y corre como un reguero de pólvora entre los medios periodisticos y los aficionados.
Al domicilio de Quini llegan directivos, jugadores y amigos. En la puerta de su casa se concentra decenas de periodistas y curiosos. Los telegramas y las llamadas de ánimo no paran. La policía hace diversas batidas y es localizado el coche de Quini con las puertas abiertas.
Como siempre que hay un hecho como este hay llamadas de desaprensivos que reivindican el secuestro, desde un grupo auto denominado Batallón Catalano-Español que justificaba el secuestro diciendo “un equipo separatista no puede ganar la liga” hasta otro grupo que reclamaba 350 millones de pesetas por su liberación
Si intenta por parte de la policia la colaboración ciudadana pero, de momento las pistas son falsas y la investigación infructuosa. El nerviosismo aumenta. Hacia la media noche es encontrada en una cabina telefónica de L´Hospitalet una carta firmada por el jugador, en la que asegura que se encuentra bien. La policía rastrea la zona sin éxito.
Pocos días antes del secuestro, acababa de fracasar el golpe de Estado del 23-F y un débil Gobierno de Calvo Sotelo se sostenía a duras penas a la espera de unas próxima elecciones generales.
En medio de este caos tendría lugar el secuestro de unos de los futbolista más carismáticos y de mayor talento del fútbol español: Enrique Castro "Quini"
Ese dái, el Barça venció en el Camp Nou al Hércules de Alicante por un contundente 6-0, con una actuación estelar del delantero asturiano "Quini", que marcó dos goles.. Al terminar el partido, y antes de ir a buscar a su esposa al aeropuerto, Quini es abordado por dos individuos a punta de pistola que le hacen subir a su coche, que después abandonarían, y lo trasladaron en una furgoneta a un paradero desconocido.
La mujer de Quini, Mari Nieves, llega a El Prat y al no verle allí ni en su casa comienza a preocuparse. Avisa a la policía de lo ocurrido se teme que haya tenido un accidente de tráfico y este en un hospital ingresado.
La directiva del Barça, presidida por Núñez, se moviliza y lo pone en conocimiento del gobernador civil, Josep Cordech, que moviliza la Brigada de Investigación Criminal. Núñez, Gaspar, Segura y Alexanco pasan la noche en casa de los Castro. Se vive una madrugada llena de tensión y sin noticias del jugador
Al día siguiente a las 12.30 pm se presenta una denuncia oficial de desaparición del jugador. La noticia ya es pública y corre como un reguero de pólvora entre los medios periodisticos y los aficionados.
Al domicilio de Quini llegan directivos, jugadores y amigos. En la puerta de su casa se concentra decenas de periodistas y curiosos. Los telegramas y las llamadas de ánimo no paran. La policía hace diversas batidas y es localizado el coche de Quini con las puertas abiertas.
Como siempre que hay un hecho como este hay llamadas de desaprensivos que reivindican el secuestro, desde un grupo auto denominado Batallón Catalano-Español que justificaba el secuestro diciendo “un equipo separatista no puede ganar la liga” hasta otro grupo que reclamaba 350 millones de pesetas por su liberación
Si intenta por parte de la policia la colaboración ciudadana pero, de momento las pistas son falsas y la investigación infructuosa. El nerviosismo aumenta. Hacia la media noche es encontrada en una cabina telefónica de L´Hospitalet una carta firmada por el jugador, en la que asegura que se encuentra bien. La policía rastrea la zona sin éxito.
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